La NBA es una de las ligas más importantes dentro del deporte, no solo por su nivel de competencia a partir de los grandes jugadores que la integran, sino también por la cantidad de dinero que genera.

Con el correr de los años, la profesionalización de los jugadores y las innovaciones tecnológicas, la NBA se ha vuelto una liga casi perfecta a partir de estar en constante movimiento. Daryl Morey, presidente de operaciones de los Philadelphia Sixers, es una especie de gurú dentro del básquet de Estados Unidos, que ya supo cambiar la NBA a partir de los tiros de 3 puntos. Ahora, tiene otro objetivo.

Fue cuando trabajaba en los Houston Rockets cuando revolucionó el nivel de su equipo a partir de aumentar el volumen de triples, que después siguieron muchos equipos. Ahora, tiene como objetivo devaluar estos tiros y que dejen de valer 3 puntos y pasen a sumar 2.5 puntos.

¿Por qué quiere hacer esto? "Hay muchos más jugadores que pueden lanzar de tres que los que pueden ser eficientes por adentro, así que es una ventaja demasiado grande. Queríamos los triples para que se creara espacio y hubiera un juego más dinámico. Funcionó, pero simplemente le dimos demasiado valor. Deberían ser de dos puntos y medio", dijo Morey.

Si bien los Sixers hoy en día son los líderes de la Conferencia Este y son el segundo mejor equipo de la liga a nivel general, el equipo es el antepenúltimo en cuanto a intento de triples a pesar de haber incorporado en el último mercado de pases a jugadores como Seth Curry y Danny Green. Incluso las estadísticas sugieren que sería lo mejor para este equipo: 6 de los 8 mejores clasificados poseen el mejor porcentaje de triples, siendo solo los Lakers y los Sixers los que se salen de esta norma.

Por otro lado, Morey también cree que es necesario ensachar la cancha para aumentar la distancia para los triples desde la esquina, uno de los tiros más fáciles según las estadísticas. “Espero que eso suceda. Un tiro desde la esquina es lo mismo que lanzar de dos con una protección defensiva mediana, lo que es una locura si tenemos en cuenta las faltas y todo lo demás. Es demasiado positivo. Estaría bien si pudiéramos reconstruir los pabellones, hacer que la cancha sea más ancha, empujar la línea hacia atrás y hacer que estuviera igual de lejos en la esquina. Lo único, que habría que cambiar todos los pabellones y se podrían tardar como 25 años", comentó.