La historia de Jessica Malone es la que todos los fanáticos del fútbol alguna vez soñaron. Luego de renunciar a su trabajo y de vender todos sus objetos personales, incluida su casa, decidió cumplir su sueño y viajar por el mundo con un solo objetivo, ver todos los partidos de fútbol que pudiera.
A sus 33 años, la estadounidense vendió todo y utilizó esa plata para viajar por Europa, América del sur y América Central con el fin de ver algunos de los partidos que siempre soñó. El primer lugar que visitó para ver fútbol fue Francia, aprovechando que se disputaba la Copa del mundo de fútbol femenino.
Durante los siguientes dos meses, Jessica se trazó algunos objetivos, como por ejemplo, ver jugar a Messi en el Camp Nou. Su sueño se cumplió cuando vio a Messi marcar el gol que le dio al Barcelona su 26° título en LaLiga a fines de abril. Días después volvió a visitar el estadio del Barcelona para ver la victoria en la semifinal de la Champions League ante el Liverpool por 3 a 0, serie que después daría vuelta el equipo inglés en Anfield.
Durante dos meses Malone viajó por España, Francia, Italia y Hungría y se tomó el tiempo de visitar algunos de los estadios más importantes para un fanático de este deporte, como por ejemplo, el San Siro del AC Milán.
Esta fanática también se trasladó hasta Inglaterra con el fin de conocer estadios como: Old Trafford, Anfield, Wembley, Stamford Bridge y la casa del Manchester City y el Arsenal. Pero su favorito fue el St James del Newcastle United. “Vi la victoria por la Premier League de Newcastle sobre el Manchester United y fue increíble. Me encantan los estadios más antiguos, por lo que este fue realmente especial. Soñé durante mucho tiempo en conocer este estadio”, comentó Jessica en una entrevista a la BBC.
Su amor por el fútbol comenzó en 1998 cuando la selección de su país perdió los tres partidos en la Copa del Mundo de Francia. Tras la decepción de su conjunto nacional comenzó a seguir a la Selección inglesa por su fanatismo por las “Spice girls”. Esa misma selección fue eliminada por la Argentina en los penales.
Antes de terminar su viaje Malone viajó desde Europa hasta Sudamérica donde visitó Argentina, Uruguay y Brasil. Allí visitó el Maracaná durante un partido del Flamengo y el Atlético Mineiro y decidió ponerle punto final a esta aventura en la cancha de Boca Juniors tras ver el partido de vuelta de la semifinal de Copa Libertadores entre el equipo local y River Plate, partido que definió el equipo argentino que buscará ganar la copa el próximo 23 de noviembre en Santiago de Chile.
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