Juan Manuel Olivera es un delantero uruguayo que a sus 38 años continúa jugando en la primera división de su país. Tras haber recorrido el mundo con la pelota, el presente lo encuentra defendiendo la camiseta de River Plate.
Recibido de entrenador de fútbol y gerente deportivo, Olivera todavía disfruta de la competencia de alta intensidad y sabe que aun le quedan goles por convertir. Fue justamente en 2012 que el fútbol lo llevó a tierras lejanas a su Uruguay natal. El Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos lo contrató y allí cumplió uno de sus sueños, conocer a Diego Maradona.
Al equipo llegó luego de una muy buena temporada con Peñarol en 2011, en la que jugó 24 partidos y anotó 10 goles. En el equipo de Maradona disputó un total de 29 partidos y convirtió 17 goles.
Pero fue gracias a su paso por ese fútbol tan lejano que pudo conseguir un tesoro que hasta el día de hoy conserva en su casa. Luego de su último partido con la camiseta del Al Wasl, Olivera tomó coraje y encaró a Diego para pedirle un recuerdo. Quería llevarse los botines que usaba el argentino en cada entrenamiento. El “10” accedió, se los firmó y se los regaló.
Según cuenta Olivera en una entrevista con Referí, esos botines lo han acompañado en cada kilómetro recorrido a partir de ese momento. Hoy, mientras es el referente indiscutido de River Plate de Uruguay, el “Flaco” Olivera los tiene en un lugar especial de su casa.
“Me traje un par de zapatos firmados por él que te podrás imaginar que son un tesoro único. Todo el mundo me pregunta cómo es compartir una concentración con Diego. Los botines los tengo guardados en el fondo de la casa. Los utilizó seis meses, terminó la temporada y se los pedí. Son los que usaba con los cordones desatados. Se los pedí, me los firmó y me los traje” dice Olivera.
Además, agrega: “Tengo guardadas cosas de mucho valor para mí, como camisetas, pelotas con las que anoté más de tres goles, algún trofeo de goleador, camisetas de amigos y los botines de Maradona”.
Fuente: Referí
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