Uruguay es uno de los países postulantes para organizar el Mundial de fútbol de 2030 junto a Argentina, Paraguay y Chile, pero la asunción del nuevo gobierno puso en duda la candidatura.
Sebastián Bauzá, expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol y flamante Secretario Nacional del Deporte, anunció que el país no cuenta con el presupuesto necesario para llevar a cabo la organización del Mundial. No solo por el hecho de que es un evento con mucho interés global, además, esa edición tiene un peso distinto porque celebrará los 100 años de la primera Copa que se jugó en el país sudamericano.
Ante esto, Bauzá ofreció otra forma de promocionar el torneo como ya se hizo años atrás. A finales de 1980 y principios de 1981 se organizó un torneo llamado Copa de Oro de Campeones Mundiales o más conocido como Mundialito de Uruguay. Con la co-organización de la FIFA y el gobierno uruguayo, la intención fue conmemorar los 50 años del primer Mundial que se disputó en Uruguay en 1930.
Del mismo formaron parte las selecciones campeonas (Italia, Brasil, Argentina, Alemania y Uruguay) y los Países Bajos (dos veces subcampeón) en reemplazo de Inglaterra, dado que por el calendario del torneo inglés no pudieron asistir. La final se jugó entre la selección brasileña y la uruguaya y terminó venciendo el local.
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