En el cierre del Campeonato Mundial de ruta realizado en Doha (Qatar), el eslovaco Peter Sagan logró repetir el título logrado en Richmond (USA) 2015, sumándose al selecto grupo de hombres que consiguieron el arco iris en dos temporadas consecutivas.

Sagan dio un concierto en Richmond llegando a la meta en solitario y ahora fue el más veloz en un sprint que se decidió entre los hombres del grupo de cabeza, demostrando una vez más que puede adaptarse a diferentes terrenos.

Para el eslovaco fue un gran cierre de temporada, campeón europeo, vencedor del ranking UCI World Tour y ahora doble campeón mundial, uniéndose a la lista que componen Ronsse (1928-1929), Van Steenbergen (56-57), Van Looy (60-61), Bugno (90-91) y Bettini (06-07), quienes lograron los dos arco iris antes que él.

Con 26 años, Sagan dio la nota en un certamen que será recordado entre otras cosas por el poco público que se acercó a mirar las competencias, el calor sofocante, el viento y las definiciones al sprint, atípicas en citas mundialistas.

La competencia pactada a 257 kilómetros, tuvo un momento definitorio cuando quedaban 17, allí Bélgica y Gran Bretaña cambiaron el ritmo y rompieron el pelotón, sacando ventaja sobre un grupo en donde quedaban muchos candidatos al oro.

En ese segundo lote quedó por ejemplo el colombiano Fernando Gaviria quien sufrió una caída y quedó fuera de carrera.

La nerviosa persecución produjo el abandono de muchos de los sprinters que partían con la chapa de candidatos a la victoria.

Lejos del top 10 que buscaba, el argentino Maximiliano Richeze fue el único latinoamericano que terminó la competencia, arribó a meta 28°, lo cual no es poco teniendo en cuenta que de los 199 que partieron, sólo 53 cumplieron el recorrido.