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Selecciones y dirigencias: un crecimiento dispar

Selecciones y dirigencias: un crecimiento dispar
Miércoles 30 de Julio de 2014
Algunos de los deportes argentinos más relevantes, y de mayor popularidad en este último tiempo, viven tiempos tormentosos. Lamentablemente, el rugby, el hockey y el básquet se ven unidos no por una medalla en alguna competencia, o por alguna gesta heroica como nos acostumbramos en estos últimos años, sino que por el contrario el lugar común de los tres por estos tiempos es la lucha entre deportistas y dirigentes.

Comenzando por el rugby, en el cual la pelea dirigentes vs. jugadores no es novedad, hay que remontarse al año 2012, cuando Los Pumas recién comenzaban su aventura en el Rugby Championship, lo que vendría a ser la Fórmula 1 de este deporte. Jugar contra los mejores tres equipos del mundo un par de veces en el mismo torneo. Soñado.

Allí, previo a que Los Pumas jugaran con Australia el tercer partido del torneo, La Nación publicaba una nota en la cual contaba que entre noviembre y enero de 2011/2012 desde la Unión Argentina de Rugby (UAR) se emitieron 120 cheques con firmas falsificadas por cerca de 2.000.000 pesos. Es decir, una estafa total en la unión madre del rugby argentino.

En aquel entonces, el prestigioso diario local, citaba fuentes internas de la Unión: "La verdad es que fue una lástima enterarnos de todo esto. Es plata de todo el rugby argentino, la cual debemos administrar con mucha responsabilidad. Lamentablemente este fraude nos pasó como a muchas empresas en la Argentina. No lo pudimos evitar y cuando nuestros profesionales se dieron cuenta, se actuó. Nosotros como dirigentes tenemos que tener mayor control y cuidado sobre los fondos de la Unión".

A las pocas semanas, Patricio Albacete, uno de los máximos referentes de Los Pumas, daba una nota en la cual apuntaba directamente contra la dirigencia: "Lo último que se prioriza es el equipo. La UAR tiene un presupuesto de 20.000.000 de dólares anuales y le falta gente capacitada para administrarlos". A partir de allí, una novela conocida. Phelan afuera de Los Pumas, la causa de los cheques andará por allí en la Justicia argentina, y pelea pública entre Albacete, y la UAR, con Hourcade como vocero.

Pasando al hockey, hay que viajar un par de años atrás para contar que fue Aníbal Fernández, quien ganó las elecciones para ser presidente de la Confederación Argentina de Hockey. Un hombre de la política, no del deporte. Un hombre con sus particulares formas, en un deporte que desde que Las Leonas son Leonas, solo cosecha éxitos y elogios.

Primeras decisiones: echar a Garrafo, y colocar a Emanuel Roggero en su lugar. Jugadores disconformes con el cambio. Cuarto puesto en la Liga Mundial y renuncia de Roggero. Chapa Retegui, hombre de confianza de Aníbal, toma el doble comando de hombres y mujeres para el Mundial en la Haya. Medalla de Broce en el Mundial, y cambio de entrenador para las chicas. Ahora, el hombre es Santiago Capurro.

Pero esta decisión no trajo calma. Primero fue Rosario Luchetti, después Silvina D´Elía, Carla Rebecchi, Mariela Scarone y Daniela Sruoga, todas renunciaron a Las Leonas por una causa en común: “no compartir los valores con la dirigencia”.

¿La respuesta de Aníbal? “Nadie nos va a marcar la agenda”. ¿Solución? Al momento ninguna. ¿El deporte? Golpeado.

Por último, se sumó el básquet que en las últimas semanas vivió los momentos más tensos de la Generación Dorada.

Fue Luis Scola, el capitán de la selección, quien dio la primera estocada, y entre otras cosas, dijo: “¿Qué me importa si salimos campeones mundiales y en dos años la CABB se funde y nos desafilian de la FIBA? No serviría de nada ganar un Mundial”. Sí, así de grave parece ser la situación en la CABB hoy por hoy.

“Esta CABB no me genera nada. No quiero ser cómplice de algo tan turbio. Ese es mi derecho. Si no juego el Mundial, será por culpa de una gestión horrenda”, sentenciaba Scola. Los otros referentes del equipo, al instante, salieron a bancarlo. Nocioni, Prigioni, y Manu Ginobili apoyaron las declaraciones de Luifa.

Resultado: se pagaron los seguros de los jugadores, se llamarán a elecciones, y se realizará una auditoría que tendrá a la anterior dirigencia encabezada por Vaccaro, y a la actual como principales protagonistas. ¿El deporte? Nuevamente, pasó a un segundo plano. Pero aquí es donde Scola nos invita a ver el bosque y no solo el árbol. Ellos explotaron para que no se derrumbe el básquet entero.

Seguramente en el detalle de los hechos omití involuntariamente algún hecho o cuestión, pero creo que lo más relevante pudo ser volcado, y todo me lleva a una misma pregunta: ¿Estos dirigentes están dejando pasar una oportunidad única de desarrollo para el deporte argentino?

Esperemos que no…