Uno de los temas más comentados fue la crisis del formato físico en los videojuegos. Con la llegada de Nintendo Switch 2, los coleccionistas y los defensores de la preservación cultural levantaron la voz ante la proliferación de las denominadas game-key cards, tarjetas que en apariencia son físicas pero que solo contienen un código de descarga. La Biblioteca Nacional de Japón incluso advirtió que no sirven para archivar juegos de manera histórica, ya que en realidad no contienen el software completo. Esta tendencia, que gana terreno entre publishers externos a Nintendo, está generando un choque directo entre la reducción de costos y la demanda de los jugadores que todavía buscan tener un producto tangible, con valor de colección. En mercados como Argentina, además, el debate se intensifica porque un cartucho “real” justifica mejor la inversión de un título que ya llega con precios elevados por cuestiones de importación y disponibilidad.



En ese mismo contexto apareció otro tema que atrajo la atención: la llegada de Kirby and the Forgotten Land – Nintendo Switch 2 Edition + Star-Crossed World. Se trata de una versión mejorada del aclamado título de 2022 que incorpora una expansión exclusiva llamada Star-Crossed World. A nivel técnico, aprovecha el hardware de Switch 2 con mejoras gráficas, mayor tasa de cuadros por segundo y una resolución más estable, lo que permite una experiencia mucho más fluida. La discusión giró en torno al valor agregado de estas ediciones: para algunos es una buena oportunidad de revisitar el juego en su mejor forma, mientras que otros se preguntan si el precio de lanzamiento justifica comprarlo otra vez. En Argentina, como ocurre con muchos relanzamientos, la pregunta no es menor: ¿se trata de un salto lo suficientemente grande como para apostar por una nueva edición o solo de un movimiento de marketing pensado para reforzar el catálogo inicial de la consola?

Desde la escena local, uno de los grandes protagonistas fue Baki Hanma: Blood Arena, desarrollado por el estudio argentino Purple Tree. Este proyecto es histórico: por primera vez, un equipo nacional consiguió la licencia de un anime japonés de peso para transformarlo en videojuego oficial. El resultado es un título que mezcla la precisión de los patrones de pelea de Super Punch-Out!! con la brutalidad que caracteriza a la saga Baki. Los desarrolladores contaron en entrevista cómo enfrentaron el desafío de respetar el espíritu del anime, mientras diseñaban mecánicas accesibles pero desafiantes, capaces de sostener el interés de los fanáticos. La campaña principal no es extensa, pero incluye modos adicionales que suman rejugabilidad.



La conversación también incluyó una mirada a lo que se viene en la industria nacional. Hernán López, presidente de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA), habló de los planes de cara a la EVA 2025, el evento más importante del sector en el país. López, proveniente del estudio cordobés Epic Llama, resaltó la necesidad de un federalismo real dentro de la industria: que los polos de desarrollo no se concentren únicamente en Buenos Aires, sino que también se potencien las provincias. Otro de los objetivos es fortalecer el vínculo entre los estudios y el mundo académico, generar oportunidades de capacitación, dar mayor visibilidad a proyectos emergentes y ampliar la presencia internacional de los videojuegos argentinos. EVA 2025, que se realizará en noviembre, será el lugar donde todo esto empiece a tomar forma, con conferencias, exhibiciones y un espacio de networking pensado para que los estudios puedan conectarse con publishers y jugadores de todo el mundo.

El repaso no se quedó solo en la actualidad. También hubo espacio para la memoria y los aniversarios. Uno de ellos fue el décimo aniversario de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, un título que marcó un antes y un después en la saga de Hideo Kojima y que aún hoy sigue dividiendo opiniones. Lanzado en 2015, fue el cierre de la etapa de Kojima en Konami y se destacó por ofrecer un mundo abierto de enorme libertad, con posibilidades casi infinitas de aproximarse a las misiones. A pesar de las críticas por su narrativa inconclusa y algunos contenidos prometidos que nunca llegaron a materializarse, el juego dejó huella por su diseño, su calidad técnica y su influencia en muchos títulos posteriores. A una década de distancia, sigue siendo tema de debate y un recordatorio del impacto que puede tener un creador en el rumbo de una franquicia.



El otro homenaje estuvo dedicado a Mario, el personaje más emblemático de Nintendo y probablemente de toda la historia de los videojuegos, que cumple 40 años. Desde su debut en Donkey Kong y su consolidación como protagonista en Super Mario Bros. en 1985, el fontanero se convirtió en símbolo de innovación y versatilidad. La discusión en Juego Cruzado giró en torno a cómo Mario logró mantenerse relevante durante cuatro décadas, pasando de los píxeles a mundos tridimensionales, explorando géneros tan distintos como carreras, RPGs o minijuegos de fiesta, y siempre funcionando como vidriera tecnológica para Nintendo. Más allá de la nostalgia, se remarcó que Mario no vive solo del recuerdo: sus entregas más recientes siguen siendo éxitos de crítica y ventas, lo que lo convierte en un caso único dentro del entretenimiento digital.

Aún queda mucho por hablar en el plano de los videojuegos y Juego Cruzado recién comienza, así que no se pierdan nuestro programa sobre videojuegos todos los martes de 19 a 20 por Fox Sports 3, el YouTube de Casa Marketing Registrado y las redes sociales de @juegocruzadook.