Con el triunfo de España ante Inglaterra por 1 a 0, el Mundial de fútbol de femenino puso punto final. La Copa del Mundo, organizada en Australia y Nueva Zelanda, batió todo tipo de récords. La FIFA, que triplicó el prize money con 152 millones de dólares, logró el break even, facturando más de 570 millones de dólares, según dijo Gianni Infantino.
“No perdimos dinero y generamos los segundos ingresos más altos de cualquier deporte a escala mundial”, destacó el dirigente.
El incremento del negocio del campeonato está ligado al notable incremento del valor de los derechos audiovisuales, que debían aportar 300 millones de dólares. Tras largas negociaciones, la FIFA logró vender los derechos en la mayoría de mercados principales del FUTFEM –sobre todo, en Europa– a las cadenas públicas nacionales. En España, a Rtve, que el domingo logró un record historico en el triunfo de España con casi seis millones de espectadores viendo la final. La audiencia global ha superado los 2.000 millones de telespectadores.
También ha tenido relevancia en el nuevo récord de facturación para el Mundial femenino la asistencia a los partidos en Australia y Nueva Zelanda. En este sentido, la final en Sidney congregó a 75.784 espectadores.
.webp)
