La FIFA confirmó un cambio significativo en su reglamento para combatir la multipropiedad en el fútbol. A partir de ahora, quedarán prohibidas las cesiones de futbolistas entre clubes que pertenezcan al mismo grupo empresarial. El objetivo es impedir el “mercado interno” que se genera dentro de estos holdings, fomentar contratos a largo plazo y garantizar una mayor estabilidad laboral para los jugadores, evitando el acaparamiento de talento por parte de una sola estructura corporativa.
En los últimos años, el organismo presidido por Gianni Infantino ya había introducido límites: un club puede ceder un máximo de seis jugadores profesionales y no puede tener más de seis cedidos en su plantilla, según el artículo 10 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores. Sin embargo, los recientes conflictos dentro de conglomerados como Eagle Football Group, que enfrenta disputas entre Botafogo y Olympique de Lyon por fichajes y traspasos internos, aceleraron la decisión de endurecer las normas.

La nueva política afecta directamente a gigantes de la multipropiedad como City Football Group, Eagle, Red Bull, Grupo Pachuca y, anteriormente, 777 Partners. Estos grupos han construido redes de clubes en distintas ligas y continentes, utilizando la cesión de jugadores como herramienta de optimización interna. La FIFA busca ahora limitar esa ventaja para equilibrar la competencia.
El debate sobre la multipropiedad trasciende el fútbol. Conglomerados como Kroenke Sports & Entertainment, dueño de franquicias en la NFL, NBA, NHL, MLS y del Arsenal FC, y Fenway Sports Group, propietario del Liverpool, Boston Red Sox y Pittsburgh Penguin, han demostrado que el control de múltiples equipos puede generar sinergias comerciales y deportivas, pero también plantea interrogantes sobre la equidad y la integridad de las competiciones.

