El Tribunal Supremo ha dado la razón a LaLiga en su histórico enfrentamiento con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), confirmando que la organización que preside Javier Tebas podrá programar partidos los lunes y los viernes sin necesidad de autorización. La sentencia cierra un litigio iniciado en 2019, cuando la RFEF, entonces dirigida por Luis Rubiales, impuso restricciones a esos días, afectando tanto la planificación deportiva como la venta de derechos audiovisuales.
El alto tribunal estableció que la RFEF no tiene potestad legal para vetar horarios, ya que su función se limita a la coordinación de calendarios con otras competiciones, pero no a la aprobación o denegación de fechas. De este modo, el fallo ratifica que LaLiga es la única entidad competente para fijar los horarios de los torneos profesionales, un principio amparado por el Real Decreto-ley 5/2015 y el Real Decreto 1835/1991.

Desde el punto de vista económico, la resolución representa una victoria estratégica para LaLiga, que podrá ampliar sus ventanas de emisión, negociar mejores acuerdos internacionales y aumentar la segmentación de audiencias a lo largo de la semana. Fuentes del sector audiovisual estiman que las restricciones impuestas durante los últimos años generaron pérdidas de hasta 40 millones de euros anuales en ingresos por televisión y activaciones comerciales.
LaLiga celebró el fallo como un paso clave hacia la estabilidad jurídica del fútbol profesional español y un precedente que refuerza su independencia como entidad gestora. Además, el organismo planea evaluar los daños económicos ocasionados por las limitaciones anteriores, en un contexto donde la flexibilidad en la programación es vital para sostener el valor global de la marca LaLiga y mantener su competitividad frente a otros torneos europeos.

