El Comité Ejecutivo de la UEFA ha confirmado que el Estadio Metropolitano de Madrid será la sede de la final de la Champions League 2027. El recinto del Atlético de Madrid volverá a acoger el partido más importante de Europa ocho años después de haberlo hecho en 2019, cuando fue escenario del duelo entre Liverpool y Tottenham, que coronó al equipo de Jürgen Klopp y dejó una imagen histórica para el fútbol europeo.
La elección de Madrid llega acompañada de datos que explican por qué las ciudades buscan ser anfitrionas: según estimaciones de UEFA y consultoras locales, el impacto económico de aquella final de 2019 superó los €66 millones, con más de 60.000 visitantes internacionales que llenaron hoteles, bares y restaurantes. En 2023, Estambul incluso llegó a reportar ingresos cercanos a los €75 millones, consolidando la final como un motor turístico y de consumo sin comparación en el deporte.

Más allá de los beneficios, también hay retos: la seguridad, el refuerzo de la movilidad urbana y los costes de organización representan una inversión importante para las autoridades locales. Sin embargo, la proyección mediática es invaluable: más de 350 millones de espectadores en todo el mundo siguen cada edición de la final, situando a la ciudad sede en el centro del mapa global durante varios días.
En paralelo, la UEFA también definió otras sedes: la final de la Champions femenina de 2027 se jugará en Varsovia, la Supercopa de Europa 2026 se disputará en Salzburgo y la final de la Futsal Champions League de 2026 tendrá lugar en Pesaro. La designación del Metropolitano confirma que Madrid sigue siendo uno de los destinos más codiciados para los grandes eventos deportivos internacionales.

