Lunes 25 de Agosto de 2025
Mohamed Salah fue la estrella indiscutible del Liverpool en la temporada anterior, donde no solamente se coronó como el máximo artillero de la Premier League anotando 29 tantos, sino que también lideró las estadísticas de asistencias con 18 pases gol, siendo fundamental para que los Reds obtuvieran el campeonato. A los 33 años, el atacante egipcio evidencia que la edad no representa un obstáculo en su rendimiento, ya que su dedicación y acondicionamiento físico le permiten mantenerse en el más alto nivel del fútbol mundial.
Durante su paso por el Chelsea, el futbolista reconoció que necesitaba incrementar su rapidez para adaptarse completamente al fútbol inglés, momento en el cual el entrenamiento con pesas se transformó en su principal recurso para fortalecer sus aspectos más vulnerables. El jugador reveló en una charla con L'Equipe durante 2022 que su llegada a la Roma en 2016 marcó el inicio de la optimización de sus sesiones de entrenamiento, enfocándose en la recuperación posterior a los encuentros y el mantenimiento de su estado físico óptimo.

Fue en territorio italiano donde construyó una cancha de fútbol en su residencia y adquirió equipamiento cardiovascular y de musculación. Posteriormente, al incorporarse al Liverpool un año más tarde, la preparación física ya formaba parte integral de su agenda cotidiana, tanto dentro como fuera de las instalaciones del club. En su domicilio, Salah cuenta con tecnología de vanguardia que incluye aparatos de pilates, equipos de crioterapia y una cámara hiperbárica destinada a optimizar la recuperación de sus músculos.
Su régimen alimentario también está estrictamente supervisado, priorizando productos como brócoli, batatas, pescados, pollo y vegetales frescos como base de su nutrición diaria, mientras que el sushi constituye su alternativa preferida cuando come fuera de casa. Su única concesión es una pizza mensual y evita completamente las bebidas alcohólicas por motivos religiosos. El trabajo mental representa otro pilar fundamental en su preparación, incorporando pilates, yoga y métodos de meditación y visualización que le ayudan a conservar la serenidad bajo presión y minimizar el riesgo de lesiones severas. Este dominio integral de mente y cuerpo le permite actualmente ser más selectivo en sus desplazamientos y aceleraciones, posicionándose más atrás para aprovechar mayores espacios de carrera, manteniendo intacta su efectividad goleadora.
Durante su paso por el Chelsea, el futbolista reconoció que necesitaba incrementar su rapidez para adaptarse completamente al fútbol inglés, momento en el cual el entrenamiento con pesas se transformó en su principal recurso para fortalecer sus aspectos más vulnerables. El jugador reveló en una charla con L'Equipe durante 2022 que su llegada a la Roma en 2016 marcó el inicio de la optimización de sus sesiones de entrenamiento, enfocándose en la recuperación posterior a los encuentros y el mantenimiento de su estado físico óptimo.

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Fue en territorio italiano donde construyó una cancha de fútbol en su residencia y adquirió equipamiento cardiovascular y de musculación. Posteriormente, al incorporarse al Liverpool un año más tarde, la preparación física ya formaba parte integral de su agenda cotidiana, tanto dentro como fuera de las instalaciones del club. En su domicilio, Salah cuenta con tecnología de vanguardia que incluye aparatos de pilates, equipos de crioterapia y una cámara hiperbárica destinada a optimizar la recuperación de sus músculos.
Su régimen alimentario también está estrictamente supervisado, priorizando productos como brócoli, batatas, pescados, pollo y vegetales frescos como base de su nutrición diaria, mientras que el sushi constituye su alternativa preferida cuando come fuera de casa. Su única concesión es una pizza mensual y evita completamente las bebidas alcohólicas por motivos religiosos. El trabajo mental representa otro pilar fundamental en su preparación, incorporando pilates, yoga y métodos de meditación y visualización que le ayudan a conservar la serenidad bajo presión y minimizar el riesgo de lesiones severas. Este dominio integral de mente y cuerpo le permite actualmente ser más selectivo en sus desplazamientos y aceleraciones, posicionándose más atrás para aprovechar mayores espacios de carrera, manteniendo intacta su efectividad goleadora.

