La UEFA decidió aplazar la resolución sobre si las ligas nacionales podrán disputar partidos oficiales en el extranjero, tras analizar las propuestas de LaLiga, que busca llevar un Villarreal–Barcelona a Miami, y de la Serie A, con la idea de celebrar un AC Milan–Como en Perth (Australia). El Comité Ejecutivo, reunido en Tirana, resolvió abrir un proceso de consultas antes de tomar una decisión definitiva.
La federación europea aseguró que la medida responde a la necesidad de escuchar a todas las partes interesadas, en especial a los aficionados, quienes ya se habían manifestado con firme oposición en los últimos años. Desde Football Supporters Europe (FSE) calificaron la postura de la UEFA como un paso positivo, subrayando que el fútbol europeo “pertenece a los estadios, las ciudades y las comunidades” y que trasladar partidos oficiales al extranjero “es demasiado”.
El debate refleja la tensión entre el afán de las ligas por ganar exposición global y la preservación del modelo deportivo europeo. Tanto LaLiga como la Serie A cuentan con el visto bueno de sus federaciones nacionales, pero requieren el visto bueno de UEFA y, en última instancia, de la FIFA, que ya formó un grupo de trabajo para diseñar un marco legal sobre estos partidos internacionales.
Por ahora, la Premier League se mantiene al margen y ha asegurado que no contempla organizar partidos fuera del Reino Unido. La decisión final podría marcar un precedente que cambie la manera en que las ligas europeas se proyectan al mundo.
