De la mano de algunas de las nuevas propuestas presentadas por Marco van Basten ante la FIFA, el máximo organismo del fútbol mundial avaló dos novedades reglamentarias con respecto a la próxima Copa Confederaciones, con el objetivo de proyectar sus decisiones al resto de competiciones en el mundo.
Una de las iniciativas tiene que ver con la firme intención de terminar con la discriminación en el fútbol, mediante la autorización para los árbitros de suspender el partido definitivamente en tres instancias, además de la incorporación de ‘observadores antidiscriminación’ en cada estadio.
Los observadores son “una continuación natural del sistema de monitorización que la FIFA puso en marcha para controlar estos supuestos en los partidos de clasificación para la Copa del Mundo y los amistosos” y “están coordinados y preparados por la red FARE, de larga tradición contra la discriminación”, explicó la FIFA.
A lo que más adelante su presidente, Gianni Infantino explicó, “herramientas extra para que los árbitros y los oficiales de partido prevengan actitudes discriminatorias y aseguren una atmósfera de respeto y juego limpio en los estadios”.
Por último, la FIFA también aseguró que se penara con severidad la perdida intencional de tiempo por parte de los arqueros y jugadores que busquen sacar ventaja de por medio.
