Los Juegos Olímpicos de Invierno Milán–Cortina 2026 representan un impulso económico clave para la capital lombarda, que proyecta ingresos por 4.064 millones de euros, según Il Sole 24 Ore. La tendencia ascendente registrada desde 2021, con un incremento de 177 millones, permite financiar más servicios públicos en un contexto de inflación creciente y sostiene la planificación de cara al megaevento que iniciará el próximo 6 de febrero en San Siro.
El aumento de la recaudación del IRPEF, que pasará de 220 a 250 millones en 2026, refleja una base social de mayor poder adquisitivo y la llegada de nuevos residentes de ingresos altos. Mientras tanto, la ciudad avanza en la reducción de su deuda, que se ubica en 3.100 millones con el objetivo de bajar a 2.980 millones al final del mandato. Entre los factores que aún presionan las cuentas está la Línea 4 del Metro, obra de 3.500 millones que seguirá impactando durante años.
Las empresas municipales mantienen estables sus dividendos: la operadora aeroportuaria SEA aportará 121 millones, A2A otros 82 millones y la red de farmacias municipales sumará 2 millones. Además, los ingresos por transporte público crecieron hasta 425 millones, impulsados tanto por la mayor movilidad derivada de los JJOO como por el uso ampliado del metro tras la inauguración total de la Línea 4.
Otro componente clave es el impuesto turístico, que aumentará de 105 a 175 millones durante 2026. El decreto especial permite elevar la tasa hasta 10 euros por noche durante el año olímpico, aunque el 50% de ese incremento deberá remitirse al gobierno central. Con esta combinación de recaudación, atracción de visitantes y reducción de deuda, Milán se prepara para uno de los eventos que más transformará su economía en la próxima década.
