El gasto en derechos deportivos en Estados Unidos alcanzará los 30.500 millones de dólares en 2025, un crecimiento del 122% respecto a 2015, según Ampere Analysis. El salto refleja la importancia del deporte en vivo como motor de suscripciones, retención de clientes y publicidad para las cadenas y plataformas de streaming.
En paralelo, los ingresos televisivos totales en EE.UU. crecieron un 24% en la última década, pasando de 172.000 a 213.000 millones de dólares. Sin embargo, la proporción destinada a derechos deportivos pasó del 8% al 14%, mostrando que el deporte absorbe cada vez más peso en el negocio audiovisual.

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Entre los acuerdos que explican este crecimiento destacan los contratos a largo plazo de la NFL firmados en 2023 y el nuevo convenio récord de la NBA con Amazon, ESPN y NBC, valorado en 76.000 millones de dólares a partir de la temporada 2025/26. Estos pactos consolidan a Estados Unidos como el mayor mercado deportivo del mundo.
En contraste, las emisoras europeas han adoptado una estrategia más cauta: en Reino Unido y España el gasto creció más rápido que los ingresos televisivos, mientras que en Francia y Alemania se estancó. La diferencia refleja que, mientras Europa sufre la caída de la televisión tradicional, en EE.UU. el deporte en vivo sigue siendo el producto premium que mueve a las audiencias y a los anunciantes.

