En su búsqueda por mantener un calendario competitivo y atractivo, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) creó el Bonus Pool, un fondo económico que premia a los jugadores más regulares del circuito en los torneos Masters 1000, ATP 500 y ATP Finals. Este sistema, implementado en 2022, tiene un doble propósito: estimular la participación de las principales figuras en los eventos más importantes y reconocer el rendimiento sostenido durante la temporada.
Para 2025, la ATP destina 21 millones de dólares exclusivamente a los Masters 1000 y las ATP Finals, un incremento de 11,5 millones respecto a su creación. De ese total, 14,7 millones (el 70%) corresponden al fixed bonus, distribuido entre los 30 jugadores que más puntos sumen en los 10 Masters 1000 del año. El sistema premia al líder con 3,8 millones de dólares, al segundo con 1,9 millones, y así sucesivamente. Sin embargo, los jugadores que no participen en todos los torneos sufrirán penalizaciones económicas proporcionales a sus ausencias, como incentivo para no saltearse competencias clave.

Por su parte, el bonus de los ATP 500 reparte 3 millones de dólares entre los seis tenistas con mejor rendimiento en esa categoría, siempre que hayan disputado al menos cinco torneos. El primero del ranking de puntos recibirá 1 millón de dólares, lo que convierte a este premio en un importante complemento al prize money tradicional.
Gracias a su destacada temporada, Carlos Alcaraz ya prácticamente aseguró ambos reconocimientos: con 3.410 puntos en Masters 1000 y 1.930 en ATP 500, el español no solo lidera el ranking mundial, sino que también maximiza sus ingresos fuera del prize money convencional, consolidando el modelo del Bonus Pool como un instrumento clave de fidelización y rentabilidad para el circuito profesional masculino.

