La Copa UTTA, visualización para un turf provinciano vivo
Jueves 11 de Septiembre de 2014
Recordada, por algunos añorada, la Copa UTTA no solo pretendió ser una competencia hípica, sino que nuestra estrategia consistió en permitir visualizar cómo, en forma articulada, los diversos factores de la producción en las jurisdicciones provinciales, estaban en condiciones de producir un evento que mostrara la capacidad de infraestructura de los Hipódromos provinciales para poder implementar carreras oficiales con control antidoping y ejemplares, profesionales, caballerizas y trabajadores en un nivel similar a los escenarios centrales.
En cuatro temporadas, no solo logró convertirse en un auténtico estandarte de la reivindicación del Turf Nacional, sino que además convocó a verdaderas multitudes, con una formula sencilla: el respeto de las idiosincrasias regionales y la dignidad del trato con las personas y con la comunidad.
Solidaridad, inclusión social, identidad, espectáculo y carreras de caballos fueron los ingredientes que resultaron en maravillosas fiestas populares que tuvieron por epicentro a los escenarios hípicos de nuestra Patria Grande.
En ese camino recorrido no nos cabe más que orgullo y agradecimiento para quienes a lo largo y ancho del país nos han acompañado en esta extraordinaria actividad que es el Turf. Entregamos nuestro mejor esfuerzo y nos sentimos felices de poder haber alcanzado largamente las metas propuestas. Competencias oficiales con marcos inolvidables de público.
En la final de la cuarta temporada con el corazón palpitante, lleno de alegría militante y pertenencia, fuimos capaces de restaurar una cultura olvidada, soslayada e ignorada.
Nos quedan muchos compromisos pendientes aún respecto a los derechos de los que se encuentran postergados, pero es nuestra convicción y palabra de honor que la lucha por la dignidad de los trabajadores y sus derechos, apenas ha comenzado.
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En cuatro temporadas, no solo logró convertirse en un auténtico estandarte de la reivindicación del Turf Nacional, sino que además convocó a verdaderas multitudes, con una formula sencilla: el respeto de las idiosincrasias regionales y la dignidad del trato con las personas y con la comunidad.
Solidaridad, inclusión social, identidad, espectáculo y carreras de caballos fueron los ingredientes que resultaron en maravillosas fiestas populares que tuvieron por epicentro a los escenarios hípicos de nuestra Patria Grande.
En ese camino recorrido no nos cabe más que orgullo y agradecimiento para quienes a lo largo y ancho del país nos han acompañado en esta extraordinaria actividad que es el Turf. Entregamos nuestro mejor esfuerzo y nos sentimos felices de poder haber alcanzado largamente las metas propuestas. Competencias oficiales con marcos inolvidables de público.
En la final de la cuarta temporada con el corazón palpitante, lleno de alegría militante y pertenencia, fuimos capaces de restaurar una cultura olvidada, soslayada e ignorada.
Nos quedan muchos compromisos pendientes aún respecto a los derechos de los que se encuentran postergados, pero es nuestra convicción y palabra de honor que la lucha por la dignidad de los trabajadores y sus derechos, apenas ha comenzado.