En el fútbol de Perú existe un equipo que se llama Club Centro Deportivo Municipal de Lima, que a principios de 1998 buscó conseguir los resultados necesarios para recuperar su momento de gloria, el cual fue a mediados del siglo pasado.

Fue en ese momento que al club, que utiliza una camiseta idéntica a la de River Plate de Argentina, se le ocurrió buscar apellidos importantes para su plantel. Fue en ese momento que apareció el apellido de Maradona. La noticia causó un impacto muy importante, no solo en el Perú, sino en todo el mundo entero.

Aunque no fue Diego Armando quien llegó al equipo. El 10 se había retirado un año antes tras haber jugado su último partido contra River Plate en el Monumental. ¿Entonces quién era? Era su hermano Raúl Alfredo, uno de los hermanos de Diego. Pero lo más curioso es que los medios peruanos imaginaban que el que llegaría al club era Hugo, “el turco”, que en ese momento jugaba en el fútbol japonés, así que la sorpresa cuando lo vieron llegar a “Lalo” al aeropuerto fue muy grande. “Lalo” venía de tener un paso por el fútbol de Canadá.

Más curioso todavía resulta el cómo se llevó a cabo la operación. Según informó “El Comercio” de Perú, el fichaje se resolvió en el casamiento de “Ñol” Solano, que en ese momento jugaba en Boca Juniors. “Ñol” tuvo un paso por Municipal e intentó ayudar a su exequipo a retomar el buen camino.

Durante el casamiento, que incluso fue televisado y al cual asistieron todos los jugadores de Boca, a “Lalo” le preguntaron si estaba interesado en jugar en Perú y él respondió que sí. La cadena América Televisión de Lima fue la encargada de poner los 100.000 dólares que costaba su pase y “Lalo” pasó al equipo de la banda roja.

“Lalo” fue esperado por miles de personas en el aeropuerto y los directivos le dieron la camiseta número 10. Incluso, durante la presentación, aseguró que tenía una potencia de tiro similar a la de su hermano Diego y hasta armaron un amistoso especial para que debutara.

En el primer partido, el equipo peruano no solo presentó a “Lalo” Maradona, sino también a otro “refuerzo estrella”, el ghanés Prince Koranteng Amoako, que venía de jugar en Sporting Cristal. En su primera oportunidad con la banda roja, el hermano de Maradona, convirtió un gol y su equipo ganó 3-2.



Pese a esto, el club no tuvo una buena campaña y los refuerzos no funcionaron. El club terminó peleando por no perder la categoría, lo que sucedió un par de temporadas después. El propio presidente del club en ese momento, tras varios partidos, comentó: “Municipal está jugando con 10, porque Maradona no hace nada. Si sigue así, su salida es un hecho”.

Justamente, el 23 de abril, “Lalo” fue separado del plantel y no lo dejaron entrenar con el equipo. La idea era que él mismo se ofendiera y terminara rescindiendo el contrato para que no le tuvieran que pagar nada. Luego de un altercado, que incluyó la presencia de la policía, “Lalo” se fue de Perú y su carrera como jugador terminó. Luego volvió a Canadá donde fue director técnico de divisiones juveniles.

Fuente: Olé