St. Pauli, equipo que juega en la Segunda División de Alemania, rompió contrato con Under Armour con el objetivo de confeccionar la camiseta a través de la propia marca que el club desarrolló, para conseguir un modelo de camiseta más ecológico.
Con esta nueva propuesta, los usuarios pudieron optar por cambiar el nombre del Main Sponsor y colocar la leyenda o el nombre de la persona que deseen. Considerado el equipo más progresista del mundo, no es sorprendente que los socios hayan optado por la opción “FCKNZS”, el acrónimo de Fuck Nazis.
Esta no es la primera acción antinazi por parte de los socios. Ellos intervinieron en el nombre del estadio, que entre 1970 y 1998 se llamaba Wilhelm Koch, presidente de la entidad durante 1931-1945 y 1948-1969. Al enterarse que había colaborado con los nazis durante el Tercer Reich, obligaron a retirar su nombre. A partir de la temporada 1999-2000 se recuperó la denominación Millerntor-Stadion y se acordó que a partir de entonces el nombre del estadio no se utilizaría con fines comerciales ni sería vendido a ninguna empresa o patrocinador.
El club fue pionero en incorporar posturas antirracistas y antihomofóbicas, como prohibir los cánticos xenófobos durante los partidos. Se lo reconoce por incluir a los refugiados, incluso apadrinaron al FC Lampedusa, un equipo de expatriados de la ciudad. Además, fue sede del primer mundial de países no reconocidos por la FIFA en 2010, y es uno de los que mayor presencia femenina tiene en los estadios, cuyos ingresos se destinan a la educación del barrio.
La participación de los socios es tan importante que St. Pauli es la primera entidad deportiva de Alemania que ha incluido una carta de principios fundamentales sobre su gestión y su relación con los aficionados.