Renato Civelli al colgar los botines no optó el camino que la mayoría de los futbolistas eligen: seguir en el fútbol y convertirse en entrenador, director deportivo o mismo dirigente, sino que su sueño era el de emprender y así fue como trajó a la Argentina una cadena de pastelería y panadería francesa, Gontran Cherrier, y hoy cuenta con cuatro locales en actividad y próximamente abrirá el quinto.


“Gontran Cherrier es una franquicia chica, que por el contexto del país nos viene bárbaro, ya que por ejemplo yo en estos momentos no le estoy pudiendo girar la cuota mensual que me cobra, se adapta a los vaivenes de la Argentina”, reveló, haciendo referencia al difícil momento económico que vive el país, y agregó: “Hace poco vinieron al país e hicimos una reunión con el servicio económico de la Embajada de Francia, para que tengan una versión oficial de los problemas que tenemos en Argentina”.

Tras decirle adiós al fútbol, Civelli podría haber vuelto a Francia, donde pasó una gran parte de su carrera, y rearmar su vida en el país europeo, sin embargo él optó por quedarse e invertir en su país y al respecto, reflexionó: “Es difícil, la plata no le alcanza a nadie, hay muchos problemas de importación y se nos está complicando pagar, pero bueno yo creo que esto va a mejorar, hay que apostar, es nuestro país, hay que demostrar que se puede invertir. En líneas generales nos está yendo bien, seguimos poniendo plata de nuestros bolsillos para poner más locales y apostamos a un plan de negocios con 5 locales abiertos para rentabilizar la inversión inicial”.


“La idea siempre fue volver a la Argentina, con la familia y los amigos, porque por más que haya muchísimos problemas en el país, uno quiere a las personas que están en este país. Yo siempre me hice la idea de vivir acá y traer algo que me conecte con Francia, donde viví 8 años maravillosos, así nació esta posibilidad de traer a esta franquicia de panadería y pastelería”, recordó.

No obstante, su primer sueño no fue con Gontran Cherrier: “Al principio nosotros pensamos en traer otra franquicia, Paul Boulangerie, que tiene 400 locales en Francia y 200 más distribuidos por el mundo, pero vinieron a Buenos Aires, hablaron con la Embajada y pensaron que se iban a ganar un problema, más que una oportunidad, y creo que tuvieron razón, porque Paul importa el producto terminado de Francia y a mí me hubiese costado mucho importarlo hoy por hoy”.


Como se imaginarán, para llegar donde está hoy en día, pasó mucha agua bajo el puente y una pandemia de por medio: “En noviembre del 2019, abrimos nuestro primer local en Malabia y Costa Rica, enfrente de la Plaza Armenia, en marzo del 2020 llegó la pandemia, pero tuvimos la suerte de que el gobierno nos declaré esenciales, perdimos plata 3 o 4 meses, y después lo pudimos acomodar. El segundo local llegó en septiembre del 2021 en Belgrano, Zabala y Arribeños, en marzo de este año abrimos el tercero en el mercado de los carruajes, en Alem y Tres Argentos, en un mercado gastronómico muy lindo, y en junio el cuarto en la Alianza Francesa, en Córdoba y Cerrito, y estamos por inaugurar el quinto en recoleta, enfrente del cementerio, en Guido y Presidente Ortíz, un local hermoso que yo creo que va a ser el más lindo de todos”, adelantó Civelli.

“No extraño el fútbol…. La adrenalina del fútbol en la panadería no la encontras, pero no encontras los picos para arriba y tampoco encontras los picos para abajo. La gente me dice que es más fácil, si tener una franquicia o ser jugador de fútbol, y yo les digo que es mil veces más fácil tener cuatro locales que ser jugador de fútbol, aún teniendo casi 150 empleados y una inversión muy grande detrás”.


Dialogando sobre el la vida tras el retiro del futbolista, el exdefensor de gran trayectoria en el fútbol argentino, opinó: “Muchos futbolistas siguen ligados al fútbol porque es lo mejor que sabemos hacer. Es lo que nos gusta…. También creo que muchos siguen ligados porque no tienen iniciativa o no saben que hacer, lo que es un problema…. Un futbolista no solamente llega por patear bien una pelota, un futbolista también llega por respetar horarios, tener sacrificio, por trabajar bien bajo presión, con cansancio físico, y yo creo que si todo esto lo trasladamos a otra profesión y nos formamos el jugador está capacitado para hacer cualquier cosa que se propongan”.