El torneo, claro está, es propiedad de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Es decir, es ella quien se encarga de organizarlo y explotarlo a nivel comercial. Al igual que la mayoría de los eventos deportivos, las vías de ingresos están claras y son tres: los derechos televisivos, los sponsors y las entradas (incluyendo hospitality). En la edición de Brasil 2021 la CONMEBOL consiguió facturar un total de 76 millones de dólares. Sin embargo, la pandemia hizo que el torneo se disputara casi sin público en los estadios. Por lo que, una de las principales fuentes de ingresos estaba completamente descartada.

Remontándonos a Brasil 2019, la cifra alcanzó los 118 millones de dólares. Y si bien este número puede parecer elevado, la realidad es que se queda bastante corto contra los casi 2.000 millones que generó su homóloga europea en la edición de 2021. Es decir, la Euro tuvo ingresos de 17 veces los de la Copa América. Con el dinero del certamen, en cada edición, CONMEBOL destina la mayor parte a fondear los premios que reparte entre los equipos. En Brasil 2021, por ejemplo, se otorgaron unos 70 millones de dólares, representando más del 90% de la facturación total.

Algo interesante es que la Copa América destina un porcentaje increíblemente más elevado de la facturación a fondear estos premios de lo que lo hace la Eurocopa o la Copa del Mundo. Si bien los 70 millones que entregó la CONMEBOL fueron menos que los 360 millones de la UEFA y los 440 millones de la FIFA, mientras que para la Copa América ese monto representó el 90% de los ingresos, en el caso de la Eurocopa lo hizo por el 18% y en la Copa del Mundo fue de apenas el 8%.


Ahora pasemos a Estados Unidos 2024. Este torneo otorgará un salto económico increíble por dos razones: la cantidad de equipos que compiten y el lugar donde se realiza el evento.

Comencemos con el primer punto. Dicho lisa y llanamente, más equipos significa más partidos, lo que lleva a recaudar más dinero. Mientras que la CONMEBOL tiene 10 asociaciones miembros que participan siempre, suele invitar a otros equipos al torneo. En Estados Unidos 2024 habrá 16 selecciones. A las 10 sudamericanas se le sumarán 6 de la CONCACAF. Esto hará que tengamos 32 partidos, en vez de los 26 o 28 de eventos anteriores. El impacto es claro: más contenido para las compañías de medios, más exposición para las marcas asociadas y, finalmente, más entradas vendidas.

Sin embargo, el diferencial más importante vendrá por el segundo factor: los Estados Unidos. En primer lugar, la capacidad de los estadios en este país es considerablemente superior a los de ediciones anteriores. Estamos hablando de recintos como el AT&T Stadium o el MetLife Stadium que alcanzan las 80 mil personas. Por lo que, no sólo venderán más entradas porque hay más partidos, sino también porque habrá más personas en cada uno de ellos. Para profundizar esto, se pueden ver las cifras de la Copa América 2016 que también se realizó en este territorio. En aquella ocasión, se vendieron un total de 1.504.635 entradas, significando un 73% más que Brasil 2019 y un 125% más que Chile 2015. Para esta edición la CONMEBOL confía en que, nuevamente, superarán la barrera de las 1.5 millones de entradas.


Pero no es sólo la cantidad de entradas vendidas, sino también el precio. Mientras que para la final de Brasil 2019 los precios oscilaban entre 70 y 240 dólares, en Estados Unidos 2024 este partido tiene una base de 600 dólares y viaja hasta los 7.000 dólares para los palcos de lujo. Finalmente, el upselling que pueden hacer los estadios de Estados Unidos a las personas una vez que están allí es increíblemente superior. Se ofrecerán más y mejores productos dentro del estadio, aumentando los ingresos también por esta vía.

Por todas estas razones, Estados Unidos 2024 será la Copa América más lucrativa en la historia de la CONMEBOL. En la proyección financiera para 2024 hecha por la misma confederación se estimó que la facturación total podría alcanzar los 319 millones de dólares. Esto implicaría un aumento del 320% con respecto a Brasil 2021 y 170% si miramos Brasil 2019.

Fuente: El Negocio Del Deporte.