"Que gane San Lorenzo”. Con esa frase contundente, el Papa Francisco respondió a un periodista argentino que le pidió una bendición para el país, pocos meses después de su elección en 2013. Mucho antes de convertirse en el líder de los católicos, Jorge Mario Bergoglio se había hecho fanático de San Lorenzo. Era el socio número 88.235 desde 2008, y según confirmó el club en su momento, continuó abonando la cuota aún después de convertirse en Papa.

La pasión por el Ciclón nació en 1946, cuando con apenas nueve años, y de la mano de su papá Mario, un fanático del club, Bergoglio presenció desde las tribunas del viejo Gasómetro de Avenida La Plata las actuaciones del equipo que se consagraría campeón aquella temporada.

Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre... Cuervo como sacerdote y Cardenal... Cuervo también como Papa...

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Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46, cuando confirmaba a Angelito… pic.twitter.com/nVc8fWC9wi

— San Lorenzo (@SanLorenzo) April 21, 2025

Tras su nombramiento como Pontífice, el club respondió con homenajes: el Nuevo Gasómetro lució banderas con su rostro, el primer equipo jugó con un parche con su imagen en la camiseta, y el título del Torneo Inicial 2013, fue recibido como un tributo. Pero el momento más destacado fue la obtención de la Libertadores 2014, con Bauza como entrenador.

Poco después de aquel logro histórico, una delegación de directivos y jugadores viajó al Vaticano para entregarle al Papa una réplica del trofeo y una camiseta con el escudo acompañado por una aureola. Un momento quedará por siempre en la historia de los hinchas de San Lorenzo.