Martes 20 de Septiembre de 2022
Los acuerdos de patrocinio entre Rolex y Roland Garros, Louis Vuitton y Tag Heuer con el Gran Premio de Mónaco, Ralph Lauren con Wimbledon, Santander con LaLiga y algunos del pasado como Barclay´s y la Premier League, son ejemplos de importantes acuerdos que buscan la proyección a nivel global de una marca o empresa.
Según el informe de Launch Metrics, “Sports Sponsorships: How brands can maximize ROI at Sports Events”, existen 3 puntos principales que tienen que seguir las empresas para explotar las posibilidades de sus patrocinios y elevar la exposición a un nivel internacional.
En primer lugar, el informe destaca la necesidad de usar una estrategia de voces cruzadas, diversificando públicos, tipologías de género y nacionalidades. En segundo lugar deben aprovechar la exposición global y los detalles de las transmisiones internacionales, teniendo en cuenta el alcance del deporte, los lugares de influencia y espectadores activos.
En tercer lugar, el informe destaca la importancia de centrar estrategias comerciales en un evento en específico, logrando una fidelidad entre la marca y el organizador. Esta especie de simbiosis genera un beneficio mutuo, y la asociación de una imagen de competición o torneo con una marca específica traslada valores positivos a la imagen de la empresa. Asimismo en muchas ocasiones se genera una relación indirecta de un determinado atleta con una marca por un resultado deportivo y la alianza de este evento con su patrocinador. Un ejemplo claro de esto sería la vestimenta de Ralph Lauren en Wimbledon o el reloj Rolex en la muñeca de los campeones de Roland Garros al momento de levantar el trofeo.
Aunque el patrocinio existe desde las épocas de la antigua Grecia y los primeros Juegos Olímpicos, la era digital y la expansión de las redes sociales reconvirtieron las estrategias de las marcas. El espacio en internet se volvió un lugar esencial para el desarrollo y expansión de las empresas, que a partir de las múltiples plataformas mediáticas buscan acceder a eventos que generen importantes retransmisiones para mantenerse y no solo publicitarse en vivo. Gran ejemplo de ello es la venta de los espacios publicitarios para la retransmisión del Super Bowl 2023 que tendrá lugar en febrero, pero que ya tiene vendidos el 95% de los espacios, y por importantísimas sumas que llegan a costar 7 millones de dólares por 30 segundos.
Según el informe de Launch Metrics, “Sports Sponsorships: How brands can maximize ROI at Sports Events”, existen 3 puntos principales que tienen que seguir las empresas para explotar las posibilidades de sus patrocinios y elevar la exposición a un nivel internacional.
En primer lugar, el informe destaca la necesidad de usar una estrategia de voces cruzadas, diversificando públicos, tipologías de género y nacionalidades. En segundo lugar deben aprovechar la exposición global y los detalles de las transmisiones internacionales, teniendo en cuenta el alcance del deporte, los lugares de influencia y espectadores activos.
En tercer lugar, el informe destaca la importancia de centrar estrategias comerciales en un evento en específico, logrando una fidelidad entre la marca y el organizador. Esta especie de simbiosis genera un beneficio mutuo, y la asociación de una imagen de competición o torneo con una marca específica traslada valores positivos a la imagen de la empresa. Asimismo en muchas ocasiones se genera una relación indirecta de un determinado atleta con una marca por un resultado deportivo y la alianza de este evento con su patrocinador. Un ejemplo claro de esto sería la vestimenta de Ralph Lauren en Wimbledon o el reloj Rolex en la muñeca de los campeones de Roland Garros al momento de levantar el trofeo.
Aunque el patrocinio existe desde las épocas de la antigua Grecia y los primeros Juegos Olímpicos, la era digital y la expansión de las redes sociales reconvirtieron las estrategias de las marcas. El espacio en internet se volvió un lugar esencial para el desarrollo y expansión de las empresas, que a partir de las múltiples plataformas mediáticas buscan acceder a eventos que generen importantes retransmisiones para mantenerse y no solo publicitarse en vivo. Gran ejemplo de ello es la venta de los espacios publicitarios para la retransmisión del Super Bowl 2023 que tendrá lugar en febrero, pero que ya tiene vendidos el 95% de los espacios, y por importantísimas sumas que llegan a costar 7 millones de dólares por 30 segundos.