Leo Messi acaba de ganar su octavo Balón de Oro pero sin embargo no fue elegido como la mejor incorporación de la temporada en la MLS más allá de toda la revolución que generó desde su llegada a Miami. El premio, finalmente, se lo llevó el griego Giorgos Giakoumakis, delantero del Atlanta United.

La decisión de que no sea Messi el galardonado tiene que ver con que las autoridades del fútbol estadounidense solo toman a valor las estadísticas en la Major League Soccer y no la en las Copas, como la Leagues Cup (donde Inter Miami se consagró campeón) o la US Open Cup (perdió en a final).


Además, debido a la lesión muscular que lo apartó de varios compromisos, Messi solo registró un gol y dos asistencias en seis encuentros de la liga doméstica, números que lo distancian demasiado de Giakoumakis, que fue premiado a raíz de sus 17 goles en los 27 partidos con la franquicia de la ciudad de Georgia. Atlanta United accedió a los Playoffs después de terminar sexto en la Conferencia Este con 51 puntos.

Debido a eso Messi también se quedó fuera de la nómina para competir por el MVP de la MLS. En su lugar lo harán otros dos argentinos: Luciano Acosta de Cincinnati y Thiago Almada, también de Atlanta United.