Es imposible olvidar la imagen de Rubén Magnano corriendo por la cancha del estadio Olímpico de Atenas 2004 luego de que “Manu” Ginóbili llevara a cabo una palomita para vencer en el último segundo a Serbia. También, es imposible olvidar la medalla dorada de aquella selección en esos Juegos Olímpicos y Rubén Magnano fue uno de los artífices de ese equipo desde el banco de suplente.

El entrenador cordobés, recientemente destacado por la FIBA para ingresar al Salón de la Fama del básquet, charló con Milenium Sports (FM 106.7) y se mostró feliz por la noticia, pero también se tomó su tiempo para destacar lo que está sucediendo con el básquet argentino en la actualidad con la presencia de Campazzo en los Denver Nuggets y la llegada de Gabriel Deck a la NBA.

“Gabriel Deck es un reloj suizo. Prácticamente no tiene imperfecciones. Es extremadamente inteligente para jugar al básquet. Siguen apareciendo talentos que se van a las mejores ligas. Hay una estructura que nos permite soñar”, comentó Magnano al referirse a la llegada del jugador nacido en la provincia de Santiago del Estero que actualmente juega en el Real Madrid y fue contratado por Oklahoma City Thunder.

Además, el entrenador cordobés agregó: “Seguramente van a llegar más jugadores argentinos a la NBA”. Y también aprovechó para mencionar lo que está sucediendo con Facundo Campazzo: “Facu hizo su despegue en Murcia para descollar en el Real Madrid. En Denver entiende su rol y no deja de hacer cosas que asombran a todos”.

Pero Magnano se encargó de destacar la función de los clubes dentro del básquet y el deporte argentino. Justamente él, que ha pasado su vida relacionada a ellos y que ha ganado 4 ligas nacionales con Atenas de Córdoba entre 1992 y 2009, 2 ligas sudamericanas, 2 sudamericanos de Clubes y un Panamericano de clubes en 1996.

Magnano comentó: “Creo que el argentino lleva en el ADN la palabra ‘club’. El club tiene una parte muy importante en nuestro ser, agradezco como entrenador que existan. No se si en muchos deportes hubiésemos conseguidos tantos logros si no existiesen. En todos los equipos hay momentos complejos. El tema es encarrilar todo eso para el lado positivo. Uno aprende a comportarse en esas situaciones”.

Por último, el cordobés se expresó acerca de la distinción de la FIBA la cual se llevará a cabo de manera virtual el próximo 18 de junio en la cual forma parte de una lista de 12 personas que serán distinguidas: “Me invade el orgullo por entrar al Salón de la Fama. Esta misma sensación la sentí cuando me bajé del avión cuando llegamos del Mundial de Indianápolis 2002 tras ser subcampeones y cuando llegamos de Atenas 2004”.