El 20 de agosto de 1939 sucedió un hecho insólito e impensado. Boca recibió a Tigre en la cancha de Ferro por la Fecha 21 del campeonato local, y por la similitud de sus uniformes el Xeneize tuvo que cambiar su camiseta.
A falta de tener una alternativa propia, usó en el primer tiempo la de Newell's y en la segunda mitad la de Ferro. La goleada final por 4 a 0 a favor de Boca termina siendo anecdótica, en un torneo en el que quedaron en la sexta posición de la tabla.
Casi 50 años después, la tarde del 8 de julio de 1984, Boca volvió a vivir un hecho similar. El Xeneize recibió a Atlanta en La Bombonera por la fecha 15 del Campeonato Metropolitano de Primera División. Como ambos equipos coincidieron con los colores, se hizo un sorteo para ver quien debía hacer el cambio. Finalmente, el local tuvo que buscar una camiseta alternativa pero como no tenía en el predio, la solución que encontraron fue utilizar camisetas blancas de entrenamiento, sobre las cuales los utileros les pintaron los números a mano.
En ese entonces, la situación que transitaba el club era totalmente distinta a la actual. Los libros, avalados por los hechos, lo describen como el peor año de la rica historia de la institución.
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