Pasaron casi 2 años desde que Gabriel Heinze asumió como entrenador del primer equipo de Vélez. Luego del ascenso con Argentinos Juniors a la máxima categoría del fútbol argentino, el Gringo cambió de aires y se trasladó a Liniers.
Si uno analiza el rendimiento de Heinze en cuanto a los resultados deportivos en sus 2 años y 3 meses, se puede decir que no logró ningún título pero sí un funcionamiento de equipo que ayudó a las futuras ventas de varios jugadores. El exdefensor de la Selección Argentina potenció al plantel, algo que se vio reflejado en las cuentas bancarias del club, ya que con 7 transferencias la institución ganó 38 millones de euros.
El primero en emigrar fue Santiago Cáseres, volante vendido al Villarreal en 8 millones de euros y con el que Vélez se quedó con el 10% de una futura venta. Lo siguió Matías Vargas, transferido al Espanyol por una suma de 10.500.000 euros por el 80% de su pase. Otro de los que dejó el club fue Nicolás Domínguez, convocado por Lionel Scaloni para las Eliminatorias Sudamericanas. El Bologna pagó por el volante 7.500.000 de euros, más objetivos, por el 75% del pase.
A principios de 2020 vendieron a uno de los juveniles, Gastón Giménez, al Chicago Fire de la Major League Soccer por 3.061.310 de euros por la totalidad de su pase. El 6 de marzo, Heinze anunció que dejaba de ser el entrenador de Vélez, pero las ventas no se frenaron: Lucas Robertone (3.400.000 euros por el 50% del pase al Almería de España), Brian Cufré (al Mallorca por 1.600.000 euros por el 60%) y Álvaro Barreal (al Cincinnati de la MLS por 1.700.000 dólares por el 75% del pase).
Fuente: Olé
.webp)
