El tremendo accidente que protagonizó Sergio Pérez en el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 sigue generando revuelo interno en Red Bull. Es que, si bien el piloto mexicano no tiene la totalidad de la responsabilidad, lo cierto es que el choque tendrá un impacto millonario para la escudería y puede llegar a afectar su presupuesto para la temporada.
La escudería, que ya ha sido investigada en el pasado por violaciones presupuestarias, no puede superar los límites financieros y el tremendo accidente del fin de semana pasado será un verdadero dolor de cabeza. Si bien desde el equipo austríaco intentaron responsabilizar a Kevin Magnussen de Haas por la situación, desde FIA indicaron que es complicado determinar las responsabilidades y no sancionaron al piloto danés ni al equipo norteamericano.
Dicha decisión, sumada al problema presupuestario que deberá ahora enfrentar Red Bull, generó el enojo de Helmut Marko, asesor del equipo, quien apuntó directamente contra el polémico piloto danés: "Es otro accidente en el que estuvo involucrado Magnussen. Hay que verlo bien en las repeticiones, gracias a Dios acabó bien, pero fue una situación crítica. Me sorprendió lo rápido que dejaron atrás el incidente".
Cabe mencionar que Magnussen ha estado en el eje de la tormenta a lo largo de toda la temporada y es señalado como un piloto, cuanto menos, imprudente. De hecho, si FIA lo hubiese sancionado con puntos en su licencia, hubiese sido suspendido para el Gran Premio de Canadá, una situación que no se da en la categoría desde 2012, con Romain Grosjean, hoy compañero de Agustín Canapino en IndyCar.
"Son decisiones en las que difícilmente se puede influir, pero en primer lugar era peligroso y en segundo, los daños son de dos o tres millones de euros. Eso es un gran hándicap para nosotros con la normativa del límite presupuestario", aseguró Marko, en referencia al tope de 125 millones de euros por temporada para cada equipo.
El arreglo, de confirmarse por las cifras que mencionó Marko, sería uno de los más caros de los últimos años y generará un impacto tan grande en el presupuesto de Red Bull que podrían verse obligados a descartar mejoras de final de temporada en sus monoplazas.