Un equipo “B” de Alemania logró vencer a Chile este domingo por la final de una nueva edición de la Copa Confederaciones y completar así su vitrina con el único trofeo que le faltaba.
Si bien, la idea de juego de cada equipo alemán, titular o suplente, mayor o juvenil es igual de efectivo, son varios quienes apelan a las cábalas y afirman que Die Mannschaft no será capaz de retener la Copa del Mundo el año próximo, debido a la “maldición de la Copa Confederaciones”.
Y es que, desde el primer año en donde se juega el certamen bajo su nombre y formato actual, ninguno de sus ganadores ha logrado quedarse con el Mundial el año siguiente, siendo Brasil el más claro ejemplo.
En 1997 la Canarinha conquistó el torneo entonces disputado en Arabia Saudita y al año siguiente fue incapaz de repetir, tras perder en la final frente a Francia por 3 a 0.
Dos años más tarde, una versión especial que ganó México hizo correr el rumor hasta la actualidad de que se trataba de una especie de maldición preestablecida.
En sus siguientes versiones, fue otra vez Brasil en tres oportunidades además de Francia dos veces, sin ningún campeonato del mundo logrado para ninguno de los dos en los siguientes mundiales.
Maldición o no, Alemania es hoy el campeón europeo Sub 21 y el mejor posicionado de todas las selecciones europeas en sus Eliminatorias rumbo a Rusia 2018 con la capacidad única de presentar cuatro equipos diferentes, todos a la altura de un Mundial.
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