Las cuentas bancarias de los clubes de fútbol fueron altamente perjudicadas por la pandemia del coronavirus, que obligó a la gran mayoría de la ligas suspender sus actividades. Ni los más poderosos pudieron salvarse de los números negativos en sus haberes.

Barcelona, el plantel más caro de Europa, dejó de percibir ingresos de entre 150 y 175 millones de euros. Estas cifras corresponden a lo que son ganancias por concepto de venta de entradas por partidos en el Camp Nou y venta de merchandising. Ante esta situación, la dirigencia busca ahorrar unos 10 millones con un nuevo recorte salarial.

Ni bien arrancó la crisis por el COVID-19, a los futbolistas del primer equipo se les bajó el 70% de sus salarios, más un 2% que redujeron de manera voluntaria para completar el sueldo de los trabajadores del club.

Igualmente, el presidente de los culés, Josep Maria Bartomeu, tiene en mente vender parte de su plantilla para evitar elevados recortes y poder sumar a Lautaro Martínez y Neymar, cuyos precios superarían los 100 millones de euros cada uno.

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