Cuando uno recorre la Rambla por Barcelona, sin dudas, disfruta de uno de los lugares más lindo de España. Con amigos, familia, o amigos, en este lugar siempre se encuentra algo que nos haga sentir diferentes.

En este caso, la oportunidad de negocios que encontraron los floreristas de Barcelona, surge a partir de una prohibición. Porque luego de que una ordenanza municipal les prohíba a los floristas vender souvenirs, ellos tuvieron que ponerse a pensar para crear nuevos productos relacionados con su rubro que puedan reemplazar los ingresos que generaban esos souvenirs.

¿Qué se les ocurrió? Vender el pasto del Camp Nou. Ahora, locales y turistas pueden cumplir su sueño, y tener un pedazo de pasto del estadio del Barcelona. Hay tres medidas diferentes y con precios que van desde los 5 a los 15 euros.