"Vamos chicos, vamos. Si mantienen el arco en cero, los invito a comer pizza", les dijo el entrenador italiano Claudio Ranieri a los jugadores del Leicester. Luego, el equipo venció 1 a 0 al Crystal Palace y a partir de allí comenzó su sendero victorioso en la Premier League que a pocas semanas del final los tiene como líderes.

Tras ese encuentro, Ranieri cumplió su promesa y llevó al plantel a Peter Pizzeria, en el centro de Leicester, pero se encontraron con una sorpresa: serían ellos mismos los que amasaran las pizzas. Esta estrategia fue utilizada por Ranieri para inculcarles aún más el sentido de pertenencia al equipo y los conceptos de esfuerzo y trabajo.

Desde ese triunfo en adelante, el Leicester no recibió goles en otros 13 partidos y llega a la instancia de definición como el cuarto equipo con menos goles en contra de la Premier League.