En el marco de la segunda fecha de la Superliga argentina, Godoy Cruz recibió a Talleres de Córdoba en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, con la particularidad de que su uniforme se asemejaba al de su rival y por tanto no era reglamentario.
Y es que, más allá de las advertencias previas del juez Darío Herrera, el Tomba hizo caso omiso y salió al campo de juego con el short y medias correspondientes a su equipación alternativa, igual de oscuros que el azul marino de Talleres de Córdoba.
Negado a dar inicio al encuentro Herrera envió al equipo mendocino a cambiar su uniforme pero ante una nueva negativa por no contar con la equipación necesaria, tuvo que ser Talleres el que busque su short y medias de color blanco.
El incidente provocó una demora de más de diez minutos para empezar el partido.