Este fin de semana, los socios de Boca eligieron a Jorge Amor Ameal como nuevo presidente del equipo, cerrando así un periodo de ocho años de gestión de Daniel Angelici como mandamás, quien no logró imponer a su candidato Cristian Gribaudo.
Lo cierto es que, previo a voltear la página y seguir con la segunda gestión de Ameal junto a Mario Pergolini y a Juan Román Riquelme, cabe repasar brevemente lo que deja la gestión del abogado y ex tesorero del club al frente del Azul y Oro.
Y es que, de la mano de su tesorero Matías Ahumada, Angelici logró cerrar los balances del club con superávit por ocho años seguidos, además de ingresos anuales por cerca de 4 mil millones de pesos.
A todo esto, se le suma la inversión en fichajes por más de 100.000.000 de dólares en nada menos que 74 futbolistas (8 arqueros, 24 defensores, 20 volantes y 22 delanteros). “Trajo todo lo que le pidieron los entrenadores”, explican desde su círculo más cercano.
Como entrenadores tuvo a: Julio Falcioni, Carlos Bianchi, Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto y Gustavo Alfaro, además de buenas y malas contrataciones como los casos de Cristian Pavón y Wanchope Ábila en detrimento de otros como Nazareno Solis y Kevin Mac Allister.
Inauguró un Centro de Entrenamiento con las mejores condiciones de la región en Ezeiza para los planteles profesionales y juveniles en todas sus categorías, además de haber sido uno de los primeros en profesionalizar el fútbol femenino.
Logró la licitación de dos manzanas y dos medias manzanas cercanas al complejo Pedro Pompilio, en donde días se inauguró el Parque Social y Deportivo Boca Juniors y la primera Casa del Socio.
Además cerró un millonario contrato con adidas que ya aseguró un piso de 10 millones de dólares anuales desde el año próximo, junto con el resto de marcas que apuestan por el equipo. Durante su gestión, triplicó los socios de 60.000 a 180.000 aunque no logró convencerlos de remodelar La Bombonera a casi 80 mil espectadores.
No obstante, deportivamente los tres títulos locales (Campeonato 2015, Superliga 2016/2017 y 2017/2018), las dos Copas Argentina (2012 y 2015) y la Supercopa Argentina 2018 no fueron suficientes para el contentamiento del hincha que siempre quiso volver a la Libertadores.
"Que el socio tenga preparado el pasaporte que del resto nos ocupamos nosotros”, había sido su antiguo slogan de campaña asegurando que Boca volvería a jugar el Mundial de Clubes, no obstante una serie de derrotas opacaron su mandato.
Primero, la final perdida ante el Corinthians en el Pacaembú, en donde Riquelme se despidió del club, año seguido con Bianchi por penales en cuartos de final frente a Newell’s, del 2014 no participó y en el 2015 volvió a la carga con todo, arrasando en fase de grupos, previo a quedar eliminado por River en La Bombonera, en aquel recordado episodio del gas pimienta.
El 2016 parecía sonreírle con la vuelta de Carlos Tévez, pero Independiente del Valle le puso una pausa en semifinales tras derrotarlo en La Bombonera por 3 a 2.
Sin copa en 2017, volvió en el 2018 haciendo una campaña envidiable que lo depositó en la final, que terminó en favor de River en Madrid, para repetirse una historia similar en semifinales del 2019.
Además, fue el mismo River de Marcelo Gallardo el que lo dejó afuera en seminales de la Sudamericana 2014 y la definición de la Supercopa Argentina 2017, sin lograr conquistar los títulos que el hincha tanto se malacostumbró en la década pasada.
Fuente: La Nación
