
Con el objetivo de que en el 2026 el Camp Nou esté listo, Joan Laporta, presidente del conjunto Culé, explicó: “El derribo en cualquier fecha anterior hubiera supuesto tener que jugar la temporada 2022/23 con sólo el 50% de la capacidad. Por prudencia y para minimizar riesgos y proteger los ingresos de la próxima temporada, mantendremos un aforo de prácticamente el 100% y procederemos a la demolición de la tercera grada cuando vayamos a Montjuic”.
Teniendo en cuenta que el momento financiero del club español es preocupante, llama la atención que el club español se comprometa a llevar a cabo esta remodelación para la cual invertirá 1.500 millones de euros (1.570 millones de dólares). Goldman Sachs, que ya prestó 595 millones de euros para ayudar a reestructurar parte la deuda de la institución, financiará la renovación del estadio.
"Estamos trabajando bien con Goldman Sachs. En mayo vendrán los inversores. Tenemos un crédito puente de 180 millones y nos dicen que hay muchas compañías interesadas, ahora han entrado dos más”, reveló Laporta, que anunció que la devolución del dinero "se hará con lo que genere una vez esté construido el Espai Barça”. El plan es a 35 años con los cinco primeros años de gracia. Con este nuevo Camp Nou, el Barcelona estima generar 200 millones de euros más por temporada.
