
La demanda laboral además sumó una demanda penal, ya que ningún responsable de la institución se hizo cargo de recibir la primera carta enviada por Verón y sus representantes, lo cual agravó la situación. Una curiosidad del caso es que desde el club argumentaron que por la situación sanitaria y las disposiciones del Gobierno en aquél momento de pandemia, no había nadie en el club cuando el Correo Argentino se hizo presente.
Verón llegó a Independiente cuando el entrenador era Ariel Holan, y se fue en condición de libre reclamando esta deuda salarial. La dirigencia actual quizo cancelar ofreciendo un monto que fue rechazado por la justicia. En total sumó 1.027 minutos de juego, lo cual es equivalente a 11 partidos completos y arroja una cifra de 436 mil dólares por partido en promedio. Es sin duda el juicio más escandaloso de la historia del club hasta el momento.
