
Todo comenzó cuando el DT neerlandés decidió llamar al delantero para ingresar al campo de juego. Sin embargo, el futbolista se negó y se marchó directo al vestuario en soledad a pesar de que aún restaba tiempo de juego, lo que generó el malestar del propio Ten Hag y de la institución, que rápidamente tomó cartas en el asunto.

Lo cierto, es que cada día que pasa, el futuro de Cristiano en el Manchester United parece cada vez más lejano. En la actual temporada solamente lleva jugado siete partidos como titular (doce en total) y marcó dos goles. Y encima, se sumó este conflicto con el entrenador que “quiere que se rompa el contrato del jugador, que se extiende hasta el final de la temporada, o que se deshagan del as de Portugal en la ventana de transferencia de enero”, según contó The Sun.