Luego de los incidentes en Copacabana por el ataque de los hinchas de Fluminense a los de Boca, finalmente en CONMEBOL anunciaron que no hay posibilidades de que la final se juegue a puertas cerradas o se postergue.

La postura de las autoridades es que lo sucedido fue debido a fallas en la seguridad de la policía de Río de Janeiro, cuestiones ajenas a la logística y organización del ente. Por eso, el organismo comunicó que suspender o postergar la final no es para nada una opción.


Además, Edinaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, contó que la gobernación de Río de Janeiro reforzó la seguridad y que las garantías están dadas para el normal desarrollo del match. "Queremos transmitir a cada uno de los hinchas que esperamos tener un Maracaná con mucha paz y mucha alegría", dijo tras la reunión con los presidentes de los clubes, Alejandro Domínguez y Claudio Tapia.

Jorge Amor Ameal, el presidente de Boca, comentó: "Estamos convencidos de que esto es una fiesta, la fiesta del fútbol latinoamericano. Llegamos a una final donde va a haber un ganador, va a haber alguien que llegó a la final, si llegó a la final, llegó por mérito, no llegó porque sí”. También, el mandatario del Xeneize hizo una petición especial para el público: “Pedirle a la gente que por favor, que respete al contrincante, esto no es una guerra, esto es una cosa muy importante, un partido de fútbol. Nosotros queremos mucho al pueblo brasilero y queremos que nos quieran a nosotros también. Algunos violentos quieren cambiar esto que tiene una historia de vida. Queremos la felicidad”.