
Resulta que el equipo italiano tenía hasta junio para afrontar una deuda de 30 millones de euros. En caso de no abonarla, iba a ser declarado en bancarrota, por lo que debería refundarse y comenzar desde la cuarta división. Sin embargo, apareció un héroe a último momento: Andrea Radrizzani.

“He vendido el Sampdoria. Ya está bien de buscar un chivo expiatorio, los errores no los he cometido yo”, confirmó Massimo Ferrero, el ahora ex propietario de la institución, en la cadena Telenord. Por su parte, Radrizzani, quien tendrá a Matteo Manfredi como socio, expresó su felicidad por su nueva adquisición: “Ya podemos decirlo. Fue una verdadera batalla, pero finalmente podemos decir que lo hemos logrado. Estamos encantados de poder anunciar que hemos completado la adquisición de este extraordinario club”.