Viernes 19 de Septiembre de 2025
El Consejo Deliberante del Flamengo se reunió este miércoles para analizar las proyecciones actualizadas del futuro estadio en los terrenos del Gasómetro. La junta directiva presentó un panorama considerablemente diferente al planificado inicialmente, revelando que la obra solo podría entregarse a partir de 2034 y potencialmente extenderse hasta 2036 si surgen complicaciones externas. El presidente Luiz Eduardo Baptista participó de la exposición junto a representantes de RRA Consultoria y FGV Conhecimento, quienes detallaron estudios técnicos exhaustivos que incluyeron análisis de suelo, arbolado, topografía y patrimonio histórico.
La revisión de costos realizada por la FGV arrojó cifras significativamente superiores a las estimaciones previas. El costo total del proyecto ahora alcanza los R$ 3.100 millones, que son alrededor de 580 millones de dólares muy por encima de los 350 millones de dólares calculados por la administración anterior. Esta diferencia se debe a que la estimación inicial no consideró todas las variables necesarias, incluyendo inflación, contingencias, insumos y costos de capital. El nuevo presupuesto contempla aproximadamente 410 millones de dólares para el estadio, áreas circundantes, adquisición de terrenos e imprevistos.
El diseño del estadio se proyecta para 72.000 espectadores, pero con una menor proporción de asientos premium comparado con estudios anteriores. La administración actual corrigió las proyecciones de ingresos que consideraba poco realistas, ya que el plan previo estimaba un precio promedio de entrada de 36 dólares (más del doble del actual) y destinaba el 30% de los asientos a secciones VIP.
El principal obstáculo para cumplir los plazos originales es la reubicación de Naturgy, empresa responsable de una subestación de gas que ocupa el 55% del terreno. Mientras la planificación inicial estimaba apenas cinco meses para este proceso, Naturgy informó en septiembre que la mudanza a la nueva ubicación (a definir por la Alcaldía) tomará cuatro años. Esta situación hace que la construcción no pueda comenzar antes de seis o siete años, sumando tres años adicionales de obra, lo que torna "completamente irreal" la fecha de inauguración de diciembre de 2029 prometida por la gestión anterior.
Para viabilizar el proyecto, el club adoptará una estrategia basada en recursos propios respaldados por el crecimiento de ingresos recurrentes, evitando comprometer el rendimiento deportivo. A corto plazo, las prioridades incluyen negociar con el Ayuntamiento la reubicación de Naturgy, la demolición y limpieza del área, y finalizar acuerdos con AGU, Caixa Econômica Federal y el municipio. A mediano y largo plazo, el foco estará en desarrollar el proyecto ejecutivo que guiará la construcción del estadio.
La revisión de costos realizada por la FGV arrojó cifras significativamente superiores a las estimaciones previas. El costo total del proyecto ahora alcanza los R$ 3.100 millones, que son alrededor de 580 millones de dólares muy por encima de los 350 millones de dólares calculados por la administración anterior. Esta diferencia se debe a que la estimación inicial no consideró todas las variables necesarias, incluyendo inflación, contingencias, insumos y costos de capital. El nuevo presupuesto contempla aproximadamente 410 millones de dólares para el estadio, áreas circundantes, adquisición de terrenos e imprevistos.
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El diseño del estadio se proyecta para 72.000 espectadores, pero con una menor proporción de asientos premium comparado con estudios anteriores. La administración actual corrigió las proyecciones de ingresos que consideraba poco realistas, ya que el plan previo estimaba un precio promedio de entrada de 36 dólares (más del doble del actual) y destinaba el 30% de los asientos a secciones VIP.
El principal obstáculo para cumplir los plazos originales es la reubicación de Naturgy, empresa responsable de una subestación de gas que ocupa el 55% del terreno. Mientras la planificación inicial estimaba apenas cinco meses para este proceso, Naturgy informó en septiembre que la mudanza a la nueva ubicación (a definir por la Alcaldía) tomará cuatro años. Esta situación hace que la construcción no pueda comenzar antes de seis o siete años, sumando tres años adicionales de obra, lo que torna "completamente irreal" la fecha de inauguración de diciembre de 2029 prometida por la gestión anterior.
Para viabilizar el proyecto, el club adoptará una estrategia basada en recursos propios respaldados por el crecimiento de ingresos recurrentes, evitando comprometer el rendimiento deportivo. A corto plazo, las prioridades incluyen negociar con el Ayuntamiento la reubicación de Naturgy, la demolición y limpieza del área, y finalizar acuerdos con AGU, Caixa Econômica Federal y el municipio. A mediano y largo plazo, el foco estará en desarrollar el proyecto ejecutivo que guiará la construcción del estadio.
