El fútbol europeo se ve envuelto en un nuevo escándalo tras revelarse que 152 árbitros turcos fueron detectados realizando apuestas deportivas, una práctica expresamente prohibida por los reglamentos internacionales. La Federación Turca de Fútbol (TFF) confirmó que la investigación incluye a jueces de todas las categorías, incluso de la máxima división, y que el caso ya fue informado a la FIFA y la UEFA por su posible impacto en la integridad del juego.
De acuerdo con el presidente de la TFF, Ibrahim Haciosmanoglu, de los 571 árbitros en funciones, 371 tenían cuentas activas en plataformas de apuestas, y 152 llegaron a apostar en partidos oficiales. El caso más grave involucra a un juez que realizó más de 18.000 apuestas, mientras que otros diez superaron las 10.000 operaciones. “Hoy es un día clave para limpiar el arbitraje turco”, declaró Haciosmanoglu, al anunciar la apertura inmediata de expedientes disciplinarios bajo la Ley N.º 6222, que regula los delitos vinculados al deporte.

La federación iniciará un proceso conjunto con el gobierno turco y el Consejo Disciplinario (PFDK) para evaluar las sanciones, con un margen de prescripción de cinco años. Mientras tanto, se implementará un plan de formación y renovación del cuerpo arbitral, con el objetivo de “reconstruir una estructura limpia y resiliente”.
En paralelo, la TFF exhortó a los clubes profesionales a controlar las posibles apuestas de sus futbolistas y miembros del staff. “Si no se avanza en la prevención, intervendremos con apoyo estatal en todas las áreas del ecosistema futbolístico”, advirtió la federación. En los próximos días, se espera que los nombres de los árbitros implicados sean remitidos al tribunal disciplinario, en un caso que podría convertirse en uno de los mayores escándalos de integridad deportiva en Europa en los últimos años.

