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Cuestión de copas

Cuestión de copas
Jueves 8 de Octubre de 2020

El golf no escapa de la lógica de muchos otros deportes, que deben balancear el tipo de espectáculo que brindan para la atracción y fidelización de todos sus fans. De esta manera, la disciplina golfística no solo se nutre de los torneos regulares (en su mayoría con formato Stroke Play) que componen a las giras normales de todo el ancho y alto del globo. A su vez, existen ciertas competencias que ponen la frutilla del postre en el calendario y que probablemente sin ellas, el deporte no sería el mismo.

Es una cuestión de Copas. Y vaya que estos eventos trazan la historia grande de este deporte, recordando enormes hitos que jamás podrán ser borrados de nuestras mentes. A continuación, enumeramos estos eventos paralelos que nadie se puede perder:

Seria una falta de respeto no mencionar en primer lugar a la Ryder Cup, evento bienal disputado entre las dos cunas del golf mundial, los Estados Unidos y Europa. Hablan por sí solos sus más de 80 años de historia, desde aquella primera edición en el Worcester Country Club de Massachussets. Una copa con amplio dominio yankee pero con un siglo XXI de poder europeo. Por supuesto, tiene su versión femenina que se llama Solheim Cup, disputada desde 1990 en campos de la talla de Muirfield Village y Gleneagles, sedes ambas también de la Ryder. Una copa algo más pareja pero liderada por las chicas estadounidenses históricamente.

En segundo lugar, el hermano menor de la Ryder también se lleva sus honores, pero con un pequeño enroque de equipos. La Presidents Cup mantiene el mismo formato de enfrentamiento que la Ryder pero con Estados Unidos enfrentando a jugadores no europeos, equipo más conocido como Resto del Mundo o International Team. El evento se disputa de manera alternada con el primer mencionado, pero tan solo posee 26 años de historia con un desequilibrio importante: apenas una sola victoria del Equipo Internacional en 13 competencias.

Muchos podrán recordar la primer (y única) visita del legendario Tiger Woods a la Argentina, allá por el año de 2000. ¿A qué vino? Ni más ni menos que a la Copa Mundial de Golf. Un nombre que no va a la par de su trascendencia, ya que está por debajo en la consideración del entorno golfístico con respecto a la Ryder y la Copa de los Presidentes, pero con mucha historia, que vale la pena recorda. Su primera edición, allá por 1953, fue ganada por nuestro país, de la mano de Antonio Cerdá y Roberto De Vicenzo en Montreal, Canadá.

Seguramente nadie pensó un evento más exclusivo y antiguo que la Ryder. Pero lo cierto es que está a la vuelta de la esquina, pisando el mundo amateur. La Walker Cup reduce a apenas tres los países participantes y enfrenta a Estados Unidos con un combinado del Reino Unido e Irlanda. Lo encabezan los mejores jugadores aficionados del mundo y es organizado en conjunto por la R&A y la USGA. Desde 1922, otro dominio de los americanos pero con hitos importantes de victorias para los europeos. Torneo que se disputa en las mejores canchas del mundo, tocando sedes recurrentes del U.S. Open y el Open Británico. Dato de color: para 2025 visitará una de las canchas más exclusivas del mundo, Cypress Point, muy cerca de Pebble Beach. Por último, de la misma forma que ocurre con la Ryder y la Solheim Cup, el golf amateur femenino pisa fuerte en la Curtis Cup, torneo espejo a la Walker con una historia riquísima que data de 1932.

Párrafo aparte para cerrar con lo que algunos expertos mencionan como el mejor evento amateur del mundo. Con mucha alegría decimos que se disputa en nuestro continente: Copa Los Andes. La Federación Sudamericana de Golf organiza este evento desde 1944, de formato único y atractivo: al estilo Match Play y por equipos compuestos tanto por hombres como por mujeres. Un evento sin igual a lo largo de 36 hoyos con un buen dominio argentino a lo largo de la historia, frente al resto de las naciones de Sudamérica.


Por Federico Wiersba - No Está Dada
Foto: Getty Images