El anuncio del compromiso entre Travis Kelce, ala cerrada de los Kansas City Chiefs, y la cantante Taylor Swift ha tenido un efecto inmediato en la NFL. Según datos de Fanatics, las ventas de camisetas del jugador aumentaron un 200% en solo 24 horas, marcando el mejor día desde el último Super Bowl. Las marcas y la propia liga no tardaron en aprovechar la visibilidad de una de las parejas más mediáticas del deporte mundial.
El fenómeno no se limitó al merchandising. En el terreno digital, Kelce ganó 770.000 nuevos seguidores en Instagram en un solo día, de acuerdo con SEO Sherpa. Este salto multiplica su valor comercial como figura deportiva e influencer, al mismo tiempo que amplifica el alcance de la NFL y los Chiefs en audiencias que trascienden lo deportivo.

La liga, que ya venía trabajando en integrar el entretenimiento pop en su estrategia de comunicación, ha encontrado en esta relación una oportunidad perfecta para consolidarse como producto cultural global. El vínculo entre deporte y música ha abierto nuevas puertas para atraer a fans que antes no seguían el fútbol americano.
La evidencia más clara está en las audiencias. La temporada 2023-24, que coincidió con el inicio de la relación pública entre Swift y Kelce, se convirtió en una de las más vistas de los últimos años. Incluso el Super Bowl LVIII, con la cantante presente en las gradas, registró récords de audiencia en el público joven y femenino, consolidando el impacto del fenómeno Swift en la NFL.

