El fútbol europeo quiere ocupar un rol central en la reforma del sistema de traspasos tras el impacto del caso Diarra, cuyo fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea puso en cuestión principios clave de competencia y libre circulación. En respuesta, UEFA, European Football Clubs (EFC), European Leagues y FIFPRO Europa emitieron una resolución conjunta solicitando un diálogo estructurado con la UE para orientar los cambios que deberá implementar la FIFA.
La sentencia, derivada de la denuncia del exjugador del Real Madrid después de que se le impidiera fichar por el Charleroi en 2014, evidenció inconsistencias en el reglamento de traspasos global. El tribunal cuestionó que la exigencia de pagar 10,5 millones al Lokomotiv Moscú bloqueó injustamente su libertad laboral, desencadenando un precedente que obliga ahora a revisar el modelo internacional de transferencias.
Las entidades europeas reclaman un marco común alineado con la legislación comunitaria, que equilibre los intereses legítimos de clubes y ligas con la protección de los jugadores. La propuesta incluye mejorar la transparencia de los procesos, simplificar procedimientos, fortalecer los mecanismos redistributivos y garantizar que el sistema respete la integridad y la competitividad del fútbol europeo, que hoy concentra casi el 90% del valor global del mercado de traspasos.
Entre los puntos prioritarios aparecen la actualización de las recompensas por formación, los mecanismos de solidaridad y la protección de menores, áreas donde se advierte que las normas actuales no reflejan los costes reales asumidos por los clubes formadores y pueden generar obstáculos no deseados a la movilidad. El bloque europeo buscará así influir en las reformas de la FIFA para asegurar que el futuro del mercado siga siendo eficiente, equilibrado y sostenible.
