Los organizadores de los JJOOO de Río 2016 están preocupados y no ocultan su nerviosismo ante las críticas de los deportistas, luego de que la piscina de trampolines mostrará un contundente cambio del color del agua. Del comienzo cristalino, el día de clavados finalizó con una piscina completamente verde, y esto pone en el ojo de la tormenta a la condición de salubridad del agua.

Simon Langford, responsable de medios de la sede de natación, contó: "Se realizaron pruebas al agua de la piscina y mostraron que no había riesgo para la salud de los atletas”.

Algunas fuentes oficiales en off, según agencias internacionales, manifestaron que el agua es totalmente apta, pero que pueden haberse excedido en los productos químicos utilizados para su mantención.