Lunes 3 de Abril de 2023
Novak Djokovic, uno de los mejores tenistas de la historia, es reconocido y catalogado, además, como gran aficionado del fútbol. Un domingo por la noche, en 2007, mientras disputaba un torneo en Estoril, “Nole” asistió a mirar el clásico Benfica vs. Sporting de Lisboa. Al día siguiente, el presidente del Benfica le envió una camiseta personalizada que el tenista serbio usó para salir a la cancha en el partido de semifinales e inexplicablemente fue abucheado.
Poco sabía él, el Benfica es el club popular de Lisboa, mientras que el Sporting es el elegante, o el de más jerarquía. Uno de los favoritos de los fanáticos en Estoril y al que más apoyan en dicha región. Ese día, Djokovic venció a Andreev y para retirarse del campo de juego se puso otra vez la camiseta Benfica. Claramente, para su confusión, nuevamente fue abucheado.
El torneo se disculpó y le explicó el malentendido. Djokovic lo tomó con humor en su rueda de prensa. Tras eso, pasó a la final y superó al francés Gasquet por 7-6 0-6 6-1. Luego de lograr el título, entre risas, arrojó su camiseta de juego al público. Eso significaba que tenía que encontrar una nueva remera para la ceremonia de entrega de trofeos. Novak, sacó una remera roja de su bolso y todos pensaban que iba a repetir el hecho de semifinales, pero, finalmente, la camiseta era de la selección de fútbol de Serbia.
Djokovic solo jugó en Estoril una vez, pero lo hizo memorable. Desde entonces sigue siendo un fanático notorio del Benfica. De hecho, cuando llegó a número 1 del mundo en 2011, recibió un regalo especial de Portugal: otra camiseta del Benfica, con su nombre y el número de su posición ranking.
Fuente: @BastienFachan (Twitter).
Poco sabía él, el Benfica es el club popular de Lisboa, mientras que el Sporting es el elegante, o el de más jerarquía. Uno de los favoritos de los fanáticos en Estoril y al que más apoyan en dicha región. Ese día, Djokovic venció a Andreev y para retirarse del campo de juego se puso otra vez la camiseta Benfica. Claramente, para su confusión, nuevamente fue abucheado.
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El torneo se disculpó y le explicó el malentendido. Djokovic lo tomó con humor en su rueda de prensa. Tras eso, pasó a la final y superó al francés Gasquet por 7-6 0-6 6-1. Luego de lograr el título, entre risas, arrojó su camiseta de juego al público. Eso significaba que tenía que encontrar una nueva remera para la ceremonia de entrega de trofeos. Novak, sacó una remera roja de su bolso y todos pensaban que iba a repetir el hecho de semifinales, pero, finalmente, la camiseta era de la selección de fútbol de Serbia.
Djokovic solo jugó en Estoril una vez, pero lo hizo memorable. Desde entonces sigue siendo un fanático notorio del Benfica. De hecho, cuando llegó a número 1 del mundo en 2011, recibió un regalo especial de Portugal: otra camiseta del Benfica, con su nombre y el número de su posición ranking.
Fuente: @BastienFachan (Twitter).
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