La ATP anunció un nuevo récord de compensación para los jugadores en 2024, con una cifra que alcanza los US$261 millones gracias a la estrategia OneVision. Si se incluyen los premios de los Grand Slams, el total asciende a US$378 millones, un hito para el tenis masculino. El presidente Andrea Gaudenzi definió este incremento como un “cambio transformacional” que apenas comienza.

El reparto de beneficios, implementado en 2022 en los Masters 1000, divide las ganancias netas entre jugadores y organizadores. En 2024, esta fórmula permitirá distribuir US$18,3 millones adicionales, casi tres veces más que el año pasado. El monto equivale a un incremento del 25% sobre la bolsa base de esta categoría, algo que, según Gaudenzi, “sería imposible bajo el modelo anterior”.

El anuncio llega en un contexto en el que los principales tenistas del circuito enviaron cartas a los Grand Slams exigiendo mayor participación en los ingresos. El US Open ya respondió con un récord histórico: US$90 millones en premios. La presión de los jugadores busca garantizar que el crecimiento económico del tenis profesional se traduzca en mejores condiciones y retribuciones.

Más allá de lo financiero, Gaudenzi subrayó la necesidad de abordar el bienestar de los jugadores en un calendario cada vez más exigente, con torneos extendidos, partidos nocturnos y condiciones climáticas extremas. La ATP planea extender la pretemporada, aunque reconoce que cualquier cambio estructural requiere consenso entre todas las partes: Grand Slams, federaciones y organizadores.

De cara a 2025, la organización proyecta nuevos récords de inversión: US$28,5 millones para el Challenger Tour (un 28% más que en 2024) y un fondo de bonificación ATP 500 de US$3 millones (un 131% más). Para Gaudenzi, la combinación de premios crecientes, transparencia financiera y gobernanza unificada consolidará a la ATP en una nueva era de expansión.