Emiliano Martínez, para muchos un completamente desconocido hace un par de meses atrás, es ahora el jugador que todos quieren abrazar, así como lo hizo Lionel Messi una vez terminada la Semifinal ante Colombia en el Estadio Nacional Mané Garrincha,
“Dibu”, como le dicen sus amigos, le dio a la Selección Argentina el pase a la Final de la Copa América atajando 3 penales en la definición ante los colombianos. Primero se lo retuvo a Davinson Sánchez, después a Yerry Mina y por último a Edwin Cardona.
El próximo destino es el Maracaná, con el desafío de levantar ante Brasil su primer título con el equipo nacional y cortar la racha de 28 años sin ser campeones. Sin embargo, antes de todo este presente de ensueño, Martínez tuvo que pasar por momentos muy difíciles en cuanto a lo deportivo.
Nacido en Mar del Plata, dejó su ciudad de muy chico con el sueño de llegar a ser profesional. Se encontró con varias puertas cerradas, Boca, River hasta incluso Independiente no supo aprovecharlo. Se formó en Avellaneda donde conoció a Miguel Ángel Santoro, hombre de suma importancia en su carrera. Él fue quien lo acompañó a probarse al Arsenal inglés que luego de 10 días de prueba decidió a contratarlo. Estuvo mucho tiempo como tercer o cuarto arquero e incluso fue cedido varias veces: Oxford United, Sheffield United, Rotherdham United, Wolverhampton, Getafe y Reading.
Recién en la temporada 2019-2020 tuvo su verdadera chance en Arsenal por la lesión del titular, Bernd Leno. A tal punto que Aston Villa lo compró por 21.500.000 euros y lo convirtió en el arquero argentino más caro de la historia. Gracias a sus excelentes actuaciones llegó el turno de la Selección Argentina. Primero Eliminatorias Sudamericanas y ahora Copa América.
Está demostrando todo su potencial bajo los 3 palos del arco argentino. Atajó 3 de los 5 penales que le patearon en la definición ante Colombia. Figura y revelación, de un equipo que sueña con terminar con casi 30 años de sequía de gritar campeón.
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