El comunicado de Alpine anunciando que Paul Aron sustituirá a Franco Colapinto en la Práctica Libre 1 del Gran Premio de Italia generó sorpresa e indignación entre muchos seguidores, especialmente tras las duras declaraciones de Flavio Briatore sobre el rendimiento del piloto argentino previo al GP de Países Bajos. Sin embargo, no hay razones para alarmarse, ya que esta decisión responde estrictamente a la necesidad de cumplir con las regulaciones de la Fórmula 1, no a una evaluación del desempeño de Colapinto.

La normativa establece que cada equipo debe hacer correr a sus pilotos debutantes (aquellos que no hayan participado en más de dos carreras de F1) en cuatro sesiones de FP1 durante la temporada. Esto significa que los pilotos titulares deben ceder sus monoplazas en dos prácticas libres 1 cada uno. En el caso de Alpine, Jack Doohan ya había cedido su auto a Ryo Hirakawa en el Gran Premio de Japón, por lo que correspondía que Franco entregara su vehículo una vez más. Pierre Gasly, por su parte, aún no ha cumplido con esta obligación y deberá hacerlo en futuras carreras.


Paul Aron, piloto de pruebas y reserva de Alpine, tendrá su primera oportunidad de pilotar para el equipo durante un fin de semana de Gran Premio. Esta será la tercera participación del estonio en una FP1 durante la temporada, aunque las dos anteriores fueron con Sauber mediante un acuerdo entre escuderías. Aron ha estado trabajando intensamente con el equipo en el simulador y ha participado en el programa de pruebas con autos anteriores, las pruebas de neumáticos Pirelli y la sesión de pilotos jóvenes en Abu Dabi la temporada pasada.

De esta manera, Franco Colapinto, quien llega a Monza tras su 11º puesto en Países Bajos (su mejor resultado desde su regreso a la Máxima categoría), recién se subirá al Alpine en la segunda práctica libre del viernes. La decisión no refleja ningún cuestionamiento sobre su rendimiento, sino el simple cumplimiento de una obligación reglamentaria que todos los equipos deben respetar a lo largo de la temporada.